Alec Baldwin quiso ser el asesino de Tony Soprano, ha revelado en un podcast sobre Los Soprano (HBO).
Los Soprano (1999-2007) es mi serie favorita de todos los tiempos. Han pasado 22 años de su estreno y sigue dando titulares como este del actor Alec Baldwin. Al parecer, Baldwin presionó para interpretar al tipo que mataba a Tony Soprano. Y siempre estuvo convencido de que él sería el que se cargara al líder de la Mafia televisiva.
"Solo hay un hombre en este negocio que debería entrar, golpear a Jimmy y marcharse con Edie [Falco], y yo soy ese hombre", recordó el actor que comentó esta revelación en el podcast Talking Sopranos, junto a Michael Imperioli y Steve Schirripa. Me parece flipante que haya un podcast sobre la serie protagonizada por James Gandolfini pero así es. Baldwin pensó que era idóneo para matar al personaje masculino más relevante de la historia de la televisión y se imaginó que estaba locamente enamorado de Carmela (Edie Falco).
Baldwin nunca hizo realidad su sueño, ni tan siquiera participó en algún cameo en Los Soprano y [a partir de aquí SPOILERS del final de Los Soprano] de hecho el destino de Tony Soprano sigue siendo un misterio, y seguirá siéndolo tras la muerte de James Gandolfini.
Es cierto que Alec Baldwin y Gandolfini habían coincidido en El jurado (1996) e incluso antes en Broadway en 1992 en la reposición de Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams, en la que Baldwin era el duro Stanley Kowalski junto a Blanche DuBois (Jessica Lange) y Gandolfini el vecino de arriba y amigo de Stanley, Steve, en un papel menor. Eran amigos. Baldwin reveló en el podcast que que Gandolfini se quejaba de los horarios de las primeras llamadas (¡4 a.m.!) para su trabajo en Los Soprano, diciéndole que era básicamente una putada pegarse tales madrugones.
Baldwin confesó también el motivo por el que cree que el creador de Los Soprano nunca le llamó a pesar de su insistencia y fue la forma vergonzosa en que conoció a David Chase. Fue en un día caluroso en Los Ángeles, donde llegó tarde a una reunión después de confundir el hotel Four Seasons con el restaurante Four Seasons, lo que hizo que llegara con su traje todo sudado. "Entro al baño de este restaurante súper chic, me quito la chaqueta, me quito la camisa. Estoy limpiando el sudor de mi cuerpo y sostengo mi camisa contra el secador. Y se abre la puerta, y es David Chase que me pregunta qué hago. Estoy convencido de que después de eso no me llamaría jamás".
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