19.10.24

Ranking. Series canceladas en 2024. La última: Parish (AMC)

(subida originalmente el 5 de enero; esta entrada se irá actualizando)

Arranco esta entrada con las series (algunas las echaremos de menos) que se despedirán con su última temporada. Estas son las series que dirán adiós en 2024 [ver las series canceladas en 2023]

  • Parish (AMC) (1T). El último episodio de la serie con Giancarlo Esposito se emitió el 5 de mayo. Se confirma su cancelación en octubre de 2024.

18.10.24

Ranking. Ouijas en cine y televisión (hoy: Evil en la cuarta temporada)

(subida originalmente 6.12.14; esta entrada se ha actualizado)

Este fin de semana se estrenó Ouija (2014), peli que no recomiendo, pero si te pica el gusanillo aquí tienes otras opciones mejores, no sólo de cine, también en televisión, de miedo o que te provocarán la risa.


 ¿Cuál es tu favorita, cuál recomendarías?
  1. Los trece fantasmas (1960)
  2. El exorcista (1973)
  3. Witchboard (Juego diabólico) (1986)
  4. September (1987)
  5. Despertares (1990)
  6. Sólo tú (1994)
  7. Lo que la verdad esconde (2000)
  8. Muertos del pasado (2002)
  9. Ouija (2004)
  10. Paranormal Activity (2007)
  11. The Black Waters of Echo’s Pond (2009)
  12. I am Zozo (2012)
  13. Paranormal Movie (2013)
  14. Los Soprano (temporada 4, episodio 11)
  15. American Horror Story: Coven (temporada 3, episodio 6)
  16. Breaking Bad (temporada 3, episodio 2)
Actualizo:
  • Veronica (2017), de Paco Plaza. 
  • Sabrina (2018), de Rocky Soraya.
  • Háblame (2023), de los Philippou
  • Evil 4T (2024). Debajo, captura de la aplicación que es una ouija que usan las hijas de la protagonista capaz de captar a los fantasmas y comunicarse con ellos. Visto en el episodio 4x57.

12.10.24

Opinión. Doctor Odyssey, un crucero de lujo con el médico más seductor

Opinión de Doctor Odyssey (ABC), la nueva serie de Ryan Murphy ambientada en un crucero de lujo. Doctor Odyssey se estrena en España en Disney+ el 28 de noviembre.

Ranking de posters de series con agua.

Doctor Odyssey es un magnífico juego de palabras para entender esta nueva y muy apetecible aventura televisiva de Ryan Murphy. El doctor es Joshua Jackson y me choca porque (¡cómo es Ryan Murphy!) la última vez que le vi interpretando a un médico fue en nada menos que el true crime Doctor Muerte (Doctor Death). ¿Va a volver a matar a sus pacientes? Todo lo contrario. Max Bankman, su personaje, podría estar en cualquier parte del planeta, es una eminencia pero ha aceptado este nuevo reto tras viajar por medio mundo tratando a los más desfavorecidos y superar el COVID (fue el paciente número cero). Pero no es un hippie pasado de vueltas ni alguien que no agradezca la buena vida. Él quiere exprimir cada día al máximo, con alegría. 

Nos lo presentan como un tipo elegante, muy galán y seductor que embarca en el crucero que se merece, llamado The Odyssey, uno de altísima gama, con un cuidado lujo a lo años 20, con sus dorados y lleno de detalles que hacen sentir al espectador que está en el yate más alucinante que haya pisado. Cuando hace la maleta parece un guiño al Richard Gere de American Gigolo y cuando entra en el barco pareciera el último candidato del reality The Bachelor. Un soltero de oro. Max Bankman es lo más parecido de esmoquin a un cruce entre El gran Gatsby y James Bond. La odisea está servida pues para compensar esta atmósfera de absoluto paraíso sobre el agua, solo la mente retorcida de Ryan Murphy nos podía proponer sobresaltos de todo tipo y en tiempo récord. Algo que ha aprendido en otro procedimental suyo como es la adictiva 911. Y por supuesto, siempre, como en ésta, con mucho humor. 

Para su primer episodio nada mejor que elegir algo escatológico (una vomitona), algo sexual (un pene roto), algo estilo juego de niños (un accidente en la piscina) y algo relacionado con drogas (con broma incluida hablando de morir congelado como en Titanic). Además de las estancias del barco (esos camarotes son la bomba), hay una secuencia que transcurre en la playa (con Cócteles fuera de serie y bailoteo con el Despacito de Luis Fonsi incluido), pues los empleados también saben divertirse y así nos enseñan algo más que una localización de interiores. 

La serie es muy entretenida ya que estar en alta mar es un handicap y hay que usar el ingenio para salir adelante (algo así ya vimos en el arranque de la séptima temporada de 911 con el naufragio de uno de estos cruceros). Por un momento pensé que nos iban a lanzar en la investigación de algún asesinato en alta mar, al estilo de la reciente La muerte y esas cosas, con Mandy Patinkin, pero nada que ver. La inspiración no es otra que Vacaciones en el mar, que ABC, la misma cadena que Doctor Odyssey, estrenó hace casi 50 años. 

Junto al médico, que se muestra un poco como el espectador pues actúa como un novato, está su jefe, Robert Massey, el capitán del barco, un Don Johnson con el encanto y seguridad suficientes como para no tener que competir con el nuevo y al que todo el mundo respeta por su facilidad de comunicación. "El amor está en el aire", dice. Bajo el mando del doctor, y en principio a regañadientes, una pareja de enfermeros jóvenes pero experimentados, que para el final del episodio ya han conseguido entenderse con el nuevo líder. Avery está interpretada por Phillipa Soo (Las Luminosas, nominada al Tony por Hamilton) y Tristán, por Sean Teale (The Gifted: los elegidos). Ambos son desinhibidos y hay cierta tensión sexual porque a él le mola ella y a ella… le mola el nuevo. Aquí habrá tema. Los tres saben apoyarse entre sí para solucionar los problemas de todo tipo que vayan surgiendo. De hecho comparten su lema: "Trabaja como un capitán y juega como un pirata".

Como ocurría en Vacaciones en el mar, y viendo el poder de Ryan Murphy, los cameos de estrellas invitadas están asegurados. En el primer episodio, sufre lo suyo la pareja formada por Tom McGowan y Rachel Dratch. Otros ganchos: quién es realmente el nuevo médico, si tiene pareja, a quién pudo dejar atrás. Dónde están los siempre omnipresentes personajes gay de Murphy, en el primer episodio no hay ni uno. Si veremos algún asesinato o algún naufragio que evitar (tipo tsunami o algo así). 

El episodio no acaba con ningún cliffhanger pero sí aseguran ya que la siguiente semana tendrán un crucero de solteros. Efectivamente, cada semana será temática: Singles Week (episodio 2), con Shania Twain y Chord Overstreet; Plastic Surgery Week (ep. 3 sobre cirugías plásticas, otro tema que le chifla a Murphy), con Gina Gershon; Wellness Week (4); Halloween Week (5), etc. Doctor Odyssey por eso también entra en el ranking de series con títulos que siguen un patrón.

Los 1001 mejores posters de cine de la historia

Tony Nourmand reúne en un libro los 1001 carteles de películas más increíbles, diseños de posters que recorren con nostalgia los diferentes periodos de la historia del cine.


  • Carteles de más de 20 países con trabajos de más de 150 directores de arte e ilustradores.
  • El libro abarca más de un siglo de imágenes de todo el mundo. 
  • Celebra los ejemplos más deslumbrantes y estéticamente poderosos del género, incluidos varios carteles que nunca antes se habían publicado.
  • Un reconocimiento a los artistas a la vanguardia del diseño. Visionarios innovadores como Saul Bass y Paul Rand. Artistas de Europa del Este que utilizan imágenes poéticas, surrealistas y, a menudo, inquietantes en conceptos muy originales y subversivos. Junto a otros que han tejido movimientos contemporáneos del arte y la cultura popular en sus diseños, creando una cápsula del tiempo de las obsesiones y preocupaciones de otras épocas.
  • Carteles icónicos de películas como Metrópolis, El hombre del brazo de oro, Desayuno con diamantes y Goldfinger se encuentran junto a obras de arte más inesperadas y menos conocidas de películas como 2001, Star Wars, Taxi Driver y Los pájaros.
  • Se incluyen casi todos los movimientos cinematográficos, desde las primeras obras maestras del cine mudo hasta el expresionismo alemán, el cine negro de los años 1940, la ciencia ficción de los años 50, las imágenes psicodélicas de los 60, la violencia descarnada y la retribución de los años 1970 y 1980, hasta el siglo XXI, donde los gráficos sencillos hacen un guiño al minimalismo de Bass de la década de los 50.
El cine de los Lumière.


Metrópolis, de Fritz Lang.
Soy un fugitivo (1932) y El enemigo público (1931).
Frankenstein (1931).

El hombre que sabía demasiado (1934),  Alarma en el Expresso (1938) y Los 39 escalones (1935), todas de Hitchcock.
King Kong (1933).
Betty Boop y Popeye.
El cañón del paraíso (1935) y La diligencia (1939), ambas con John Wayne. 

11.10.24

La franquicia, Agatha, ¿quién si no? y El Pinguino, superhéroes caóticos, brujas locas y malvados de coña

En esta entrada hablaré de tres series con personajes de cómic que no son lo que parecen y que parecen tener puntos en común, como son La franquicia, Agatha, ¿quién si no? y El Pinguino (de mejor a peor).


LA FRANQUICIA (max)
Luces. Cámara. Ansiedad.
En la octava temporada de 911, el Capi es fichado por una serie para que asesore al bombero protagonista. Cine dentro del cine. En La franquicia ocurre algo parecido. ¿Cómo se rueda una película con superhéroes y villanos, qué ocurre tras las bambalinas de Maximun Studios, una suerte de Marvel o DC, pero en el más absoluto caos? La franquicia tiene su fuerte en los ágiles diálogos de su reparto coral, liderados por el ayudante de dirección que hace de chico para todo (Himesh Patel), y secundados por dos actores antagonistas: el actor veterano, de método shakesperiano, que se cree alguien (Richard E. Grant, que a mí personalmente me gusta mucho, que ha aparecido en Loki y Logan), frente al joven actor que quiere bordar su personaje sin entender mucho cómo funciona (Billy Magnussen). Ruedan Tecto: el ojo de la tormenta, pero como espectador sabes que será un milagro que la película llegue a acabarse visto lo visto en el plató del primer episodio, cuando todo va de mal en peor y se tiran a la basura miles de dólares por decisiones incorrectas. Detrás de La franquicia hay pesos pesados como el showrunner Jon Brown (Avenue 5, Succession), el guionista Armando Ianucci (Veep, In the Loop) y el director Sam Mendes, que ha aprovechado su experiencia con la saga Bond para meterle la presión sufrida por el estudio y los productores a esta otra (falsa) franquicia de superhéroes. Divertida, muy ágil y con pequeños giros caóticos que se sienten como reales y que te mantienen alerta a la siguiente catástrofe, La franquicia logra meter el dedo en una herida muy de moda: hay tantas adaptaciones de superhéroes que ya no es tan fácil conseguir un producto realmente interesante. En el reparto, además, Daniel Bruhl, que hizo de barón Zemo, o Aya Cash, que salió en la comiquera The Boys.

AGATHA, ¡QUIÉN SI NO? (Disney+)
Una venganza de bruja madre.
Al igual que La franquicia, Agatha, ¿quién si no? bebe de algo ya preestablecido, conocido por el espectador. Kathryn Hahn logró que su personaje secundario en Bruja Escarlata y Visión (Wandavision) llamara poderosamente la atención. Agnes era esa vecina entrometida (y divertida) en esta serie ambientada en los 50 que cotilleaba la vida de la pareja protagonista, escondiendo su verdadero propósito pues Agnes era en realidad Ágatha Harkness, una bruja de Salem de 500 años. En Agatha, ¿quién si no? la antagonista es aquí absoluta protagonista aunque su directora, Jac Schaeffer, ha potenciado a la líder con un elenco formado por un chaval (Joe Locke, con sus propios seguidores gracias a Heartstopper) y otras brujas, creando una especie de familia interracial (y disfuncional) que vivirá mil aventuras hasta conseguir su propósito como aquelarre. Lo inaudito del tema es que Agatha es un personaje que no cuenta con su propio cómic pero que ya tiene su propia serie. Aquí lo que ha funcionado ha sido la demanda del fan que quería más Agatha. A mí personalmente el personaje me chifla por su malicia disfrazada de sarcasmo y me encanta la actriz, pero vistos los primeros cuatro episodios siento como si estuviera en una nueva adaptación de Hocus Pocus, la noventera el retorno de las brujas. Lo que me ha dejado un poco decepcionada. No sé cómo evolucionará pero me esperaba algo más sofisticado y más alejado de un Mago de Oz lleno de peripecias tramposas, rivalidad de poderes y situaciones de riesgo. Ese punto de que "puede pasar cualquier cosa porque sí", como que la rival de Agatha Rio (Aubrey Plaza) se enfrente a ella, para luego perdonarse porque les chifla provocarse. Pero si te gustan las escenas con magia y pociones y momentos de fantasía, esta es tu serie. Una cosa que me echa para atrás son los momentos musicales, y hay unos cuantos. 
 
EL PINGUINO (max)
La ciudad será suya.
Contra todo pronóstico, la que me ha interesado menos de las tres es El Pinguino. Colin Farrell puede ser él o cualquier otro, está irreconocible tras la prótesis que ya lució en el Batman de Matt Reeves. Al igual que las otras propuestas de esta entrada, tenemos una trama que nos puede resultar familiar y cuyo gancho es saber quién es realmente el criminal Oswald Cobblepot. Un poco como Ágatha, su trasfondo real, con cierto toque de humor surreal a lo La franquicia. Con una ciudad de Gotham inundada y oscura, se nos pinta al mafioso como un villano con alma, una especie de Tony Soprano del que pretenden que nos encariñemos, o al menos que entendamos (hasta tiene a una madre castradora). A mí sinceramente no me llega. Los diálogos se me hacen eternos y el toque gracioso y fanfarrón del personaje cojo me llega a cansar. Menos me creo a Cristin Milioti como hija despiadada del gángster líder. Creo que la intención es potente, esa cuidada atmósfera de los bajos fondos, pero el resultado se regodea en los mismos detalles todo el rato. Que si la cojera del Pinguino (y ver esos dedos agarrotados), que si su exagerada corpulencia (con ese desnudo que no viene a cuento), que si a pesar de su maldad podría ser buena gente si le hubieran dado otras cartas. Como su relación con el chaval al que perdona la vida, y no sabemos muy bien de dónde sale, o esa insistencia con que vayamos de la mano junto al malo para comprender su ascensión al poder, hasta ser respetado y temido por los que en un principio le quieren ver muerto. Alternando la escena simpática con el momento cruel, se me olvida que estoy viendo a Colin Farrell o al personaje, solo veo a un esperpento que pretende imitar al cabecilla de Los Soprano de la mano de un chaval (Rhenzy Feliz), muy como Ágatha, para tener a un personaje millenial porque sí. No le encuentro la fascinación que me insisten en provocar.