13.9.20

Opinión. Apple Tree Yard, thriller inteligente con interesantes reflexiones sobre la infidelidad (y mucho más)

 Opinión de Apple Tree Yard (en Movistar+) sin spoilers

La adaptación del libro de Louise Doughty está protagonizada por Emily Watson y Ben Chaplin (Mark Bonnar es el marido de ella). Apple Tree Yard es la calle donde Yvonne y Mark mantienen un escarceo amoroso. Ambos están casados, pero la infidelidad no les quita el sueño. De primeras llama la atención que la prota sea una eficiente genetista con sus años, una mujer tranquila, que ve reavivar su pasión gracias a un señor de buen ver como es Ben Chaplin, en la serie, además, un espía del MI5. La leche. Como espectador te preguntas desde el principio dónde está el thriller aquí y piensas que él esconde algo, ya que el punto de vista de la serie es el de ella, en femenino y, además, con su voz en off. La pista-trampa (o no) es que asistimos a un adelanto de los acontecimientos: ella está sentada esperando a ser juzgada. Pero, juzgada, ¿por qué? La serie da un giro sorprendente (muy, muy sorprendente) que me descoloca con todo lo que había llegado a pensar. Y este giro cambia radicalmente el tono de la miniserie. La infidelidad pasa a un segundo plano para hablar de otros temas realmente más importantes. Apple Tree Yard está llena de reflexiones interesantes sobre el matrimonio, la infelicidad, las fantasías sexuales, la autoestima, la enfermedad mental, el machismo… Trata con lupa, con la genetista racional que es esta señora que se desata por una vez en su vida, lo peligroso que puede resultar fantasear, recrearse en esos momentos que parecen especiales porque escasean, pero también habla de los hombres que siguen haciendo daño a las mujeres. Destaca la interpretación de Emily Watson especialmente durante el juicio. 

¿Ha sido un buen final? Este texto contiene spoilers del final

Yvonne es violada por un compañero de trabajo, al que creía inofensivo y que resulta ser un hijoputa con pintas, pues no solo la viola sino que después la acosa. Yvonne no denuncia porque se siente culpable, ya que le ha sido infiel a su marido, al que no le cuenta nada. Busca el apoyo en su amante, que la consuela y que decide tomar partido. Mark mata al violador de una forma brutal y la policía los detiene. Mark le asegura que su relación no saldrá a la luz. Pero sale. Porque mientras Yvonne sigue pensando que Mark y ella mantienen una relación especial, él le cuenta a su abogada la verdad. El marido, que ha sido infiel a Yvonne con una estudiante, se entera de la violación y durante el juicio de la infidelidad. El juicio es tenso y está muy bien contado porque Yvonne va quitándose la máscara y dándose cuenta de que Mark, en realidad, no es espía sino que se ha inventado una doble vida. Aquí Yvonne se rompe y tiene que sincerarse con todo hasta con la relación extramarital. El jurado se siente más afectado por la violación, claro está, y entiende que Mark está mal de lo suyo y que ella no tiene la culpa de que él haya matado al violador. En resumen: por culpa del escarceo amoroso, la infidelidad, Yvonne conoce a Mark que le ha mentido. Por su culpa debe rememorar la violación y enterarse su familia, y además ser sospechosa de un delito que no ha cometido. Él es culpable y ella sale libre. El giro final, que no me esperaba, incide de nuevo en la frágil salud mental de Mark, pero también en su amor hacía Yvonne, pues Mark le recuerda que ella le pidió en la cama que lo matara con violencia. Yvonne descubre así que Mark sí sentía algo por ella, pero seguramente guiado por la fantasía de que era un espía que debía protegerla. 

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