American Horror Story: Asylum 1x1, review del piloto : Bloody Face

Ryan Murphy ha logrado que miles de espectadores quieran pasarlo mal frente al televisor. Lo consiguió con los primeros episodios de American Horror Story que luego se volvió un carnaval dantesco de personajes grotescos y ligeramente absurdos. Pero nos dio igual, al menos a mí me hacía gracia ir desentrañando la historia de Constance (qué grande Jessica Lange) y sus hijos y de esa casa maldita, con contínuos guiños a películas míticas y series. En esta segunda temporada, no iba a ser menos. Con todo lo que ya habíamos podido ver en adelantos, pensé que el efecto sorpresa disminuiría, pero el señor Murphy lo ha vuelto a conseguir vendiéndonos una nueva historia macabra, quizás más barroca, en la que hay de todo (religión versus ciencia a tope), con multitud de oscuros personajes metidos a cascoporro (y mirando a cámara con arrogancia) y más escenas retorcidas (y sexuales) que nunca. AHS: Asylum es religión y sexo, es tortura y locura, es vida extraterrestre y racismo, es muerte y destrucción… del alma. Y, es sobre todo, una puesta en escena impecable, con multitud de guiños, de nuevo, al cine de terror de siempre. El único pero, como ya ocurría en la primera temporada, es que a Murphy se le vaya la mano por abarcar demasiado y nos engañe con sus trucos sin dar explicación a los misterios (yo sigo preguntándome por el hijo desconocido de Constance). Más sangre, más sexo, más horror. Depende de tu estómago.

(a partir de aquí spoilers)

Ideas y curiosidades.

• El edificio. En esta inusual reinvención del formato, nos olvidamos de la casa de los Harmon (ahora han confirmado que volverá Dylan McDermot) y entramos en este siniestro manicomio construido como hospital en 1908, que albergó miles de muertes de tuberculosos (cuyos cuerpos fueron tirados a un tunel, la caída de la muerte) y fue comprado por la Iglesia Católica en 1962 (a la escalera la llaman Escalera al cielo, Stairway to Heaven, a lo Led Zeppelin). Si en la casa de los Harmon las almas no podían salir excepto por Halloween, en la mansión Briarcliff, se decía, el que entraba no salía, ojo.

La naranja mecánica. Más guiños.

• Los personajes. No está claro quién está más perturbado aquí. Jessica Lange ya no es la vecina cougar pirada, es Jude, la monja de la vara, que oculta su pasión por (el sosoman) Joseph Fiennes, su jefe monseñor (una dominatrix en potencia). Su ayudante es la pasiva Lily Rabe (en AHS la mujer fantasma del abortista), que pone el culo con tal de no verla cabreada (y, es verdad, dan ganas de azotarla). Frente a las monjas y el cura, los médicos sádicos (me recordó a Alcatraz). James Cromwell se comió al cerdito Babe y se las hace pasar canutas al exRubber Man (Evan Peters), al estilo La naranja mecánica. El doctor Frankenstein cree en "el poder de la ciencia sobre la naturaleza". Hay otros médicos que se lo dejan hacer a la ninfómana Chloe Sevigny. Y esto no ha hecho más que empezar, porque hay otros pacientes (la niña asesina sacada de La parada de los monstruos). Entre ellos el serial killer Bloody Face (que aunque creen que es el abducido, seguro que anda por ahí). Hasta allí llega para investigarle una periodista lesbiana, cuya novia fuma porros (Sarah Paulson, la medium de Constance), pero se encuentra la Tomatina, claro. Y ya no sale.

La parada de los monstruos. Más guiños.

• El presente. Todo lo que vemos transcurre en 1964, una oportunidad que aprovecha Murphy para hablar de las desigualdades, con negros y gays (cómo no, él siempre al lado de los débiles, a los que da más caña). Pero el episodio arranca en nuestra época, el futuro para toda esta gente, protagonizado por Leo y Teresa, una pareja de salidos (Adam Levine y Jena Dewan), que al entrar en el edificio ya no salen. Vemos poco, y no está muy claro qué pasará con ellos. Pero por de pronto al cantante de Maroon 5 le han arrancado un brazo (¿qué o quién está encerrado tras la puerta?).

• Ya están aquí. Lo más original de la trama es que el exRubberMan fue abducido por un extraterrestre y cuando vuelve en sí le encasquetan el asesinato de tres mujeres (entre ellas, su propia mujer negra). Que él sea inocente o no a estas caritativas monjas les da lo mismo. Es más, al médico le viene que ni pintado para sus experimentos (pobre chaval, aquí y allí le meten mano) . Cuando le abre y salta una miniaraña robótica de su cuerpo me acordé de Tom Cruise en Minority Report. Murphy aprovecha para sacar a Evan Peters desnudo.

• El monstruo/Bloody Face. Vemos una mano gigante que atrapa a Lana por la pequeña puerta, que parece la misma que arranca el brazo a Leo. El médico limpia la habitación en la que vemos arañazos en las paredes y envía a la monja a echar despojos al bosque. Por el pasillo que une el bosque con la casa aparece al final del epi Bloody Face (se parece al Robert De Niro del Frankenstein de Branagh). ¿Son dos cosas distintas o es lo mismo? ¿Cómo ha/n sobrevivido? ¿Son inventos del doctor Frankenstein? ¿Si mata a Teresa, qué pasará con Leo? La pareja ésta no ha durado ni un telediario.

• El enfrentamiento entre la monja Lange y la ninfómana Sevigny por su físico recuerda a la lucha que mantenía en AHS Constance con su hija discapacitada. A Lange se los ponen siempre más jóvenes.

• La frase: "La enfermedad mental es la explicación de moda para el pecado" (Jude).

• Dios. "No hay ningún Dios. Ningún Dios crearía las cosas que vi. Eran monstruos" (el abducido). "Todos los monstruos son humanos" (Jude).

• Sobre el nombre de Lana (¡Banana!): ¿el nombre de la estrella de cine? (Lana Turner) Jude: "Ahora tenemos un alma descarriada. Sin embargo, Jennifer Jones es una verdadera dama". Y menciona La canción de Bernadette (info).

• La escena. La fantasía erótica de la monja Jude, con su picardías rojo.

+++++Películas y series para entender AHS. Link.