17.6.07

Ser punk, ser gay

De vez en cuando leo algún párrafo de Por favor matame. Historia oral del punk. Es un libro contado por sus propios protagonistas, desde Los Ramones a los Sex Pistols, pasando por groupies, artistas y managers, en el que sorprende ver la ingenuidad y transparencia con la que se movían los punks antes de que ellos mismos supieran lo que significaba ser punk. William Burrougs pensaba que un punk era un gay (lo usó en sus libros así), por ejemplo, y en los inicios para ser punk había que llevar esvásticas, la ironía contra el dolor. La anécdota de hoy: Sid Vicious se inyectaba lo que pillaba. Explican cómo una vez se pinchó sobre un WC y que la jeringa contenía hasta parte del vómito de uno que había potado antes. Para que digan que el cuerpo humano no resiste.

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