En Niñera moderna (Sitting Pretty, 1948, de Walter Lang) los King tienen tres hijos y ninguna niñera que quiera quedarse a cuidarlos. Hasta que por un inocente error, la madre, Tacey, acepta a Lynn Belvedere como babysitter creyendo que es una chica, cuando en realidad es un señor bastante estirado, que se autodenomina genio y que va demostrando en esta comedia saber hacer prácticamente de todo.
Belvedere puede caer mal, es un Scrooge sin Navidad, con un gesto que parece que huela mal a su alrededor y muy adelantado a su época por sus hábitos saludables (es vegetariano, hace yoga) a la par que chapado a la antigua (escribe con pluma de ave, sigue unas estrictas normas de comportamiento). Al final entendemos su carácter, odia la vulgaridad, la hipocresía y a los cotillas, como su vecino, un tipo aburrido que vive con su madre en silla de ruedas y que se dedica a esparcir los rumores en el barrio residencial como hace con las flores (lirios) que cuida y que poliniza como si fuera una abeja.
Maureen O’Hara está estupenda como esposa sorprendida pero agradecida. Robert Young, el marido, trabaja como abogado, con la aspiración de ascender y encontrándose de pronto con el dilema de tener a otro hombre bajo el mismo techo. Esta trama es la bomba, pues el vecindario (la sociedad) no ve con buenos ojos que Tacey conviva con Belvedere cuando su marido se va de viaje, pero sí ven de lo más normal que este extraño tan misterioso se quede a solas con tres niños pequeños. Antes de llegar Mr Belvedere, la niñera adolescente le pone ojitos al marido, pero esto a él le resulta divertido, cabreando bastante a Tacey, que no entiende el tonteo con la menor (me recordó a Cary Grant con Shirley Temple en El solterón y la menor).
Aquí el personaje caramelo lo interpreta Clifton Webb, que fue nominado al Oscar a Mejor actor principal por este papel. Fue su tercera nominación y última: obtuvo mención también por el malvado Waldo de Laura (1944) en la que por cierto también era escritor (no escribía con pluma de ave pero sí dentro de la bañera). Su señor Belvedere tuvo secuela un año después, ya con su nombre en el título (Mr Belvedere, estudiante - Mr Belvedere goes to College), junto a Shirley Temple (qué casualidad, mira). Y tercera entrega con El genio se divierte (Mr Belvedere Rings the Bell, 1951).
Mucho más popular llegó a ser la serie de televisión de los años 80 Mr Belvedere, con Christopher Hewett en el papel principal. Duró cinco temporadas (de 1985 a 1990). Belvedere era aquí un mayordomo inglés que se mudaba a EE UU con los Owen. El príncipe de Bel Air (que comenzaría justo en 1990) también retomó este guiño con el carismático y divertidísimo Geoffrey (Joseph Marcell) el mayordomo elegante y con mejores formas que sus jefes.
A todos os sonará también por el seudónimo que usaba en la revista Fotogramas Jaume Figueras que respondió las cartas a los lectores hasta 2015.
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