Al morir la noche (1945), antología de terror para ver junto a Dream Scenario

Al morir la noche (1945) no solo es de las primeras antologías de terror de la historia del cine es que tiene un giro final que ni Shyamalan.

Descubro de casualidad en Movistar Plus+ la película Al morir la noche. Hace poco he visto la interesantísima Dream Scenario con Nicolas Cage. Curiosamente ambas películas hablan de un hecho sobrenatural inexplicable: soñar con un desconocido al que luego conoces. Si en Dream Scenario un tipo anodino se hace famoso porque son los demás los que sueñan con él, en Al morir la noche es un tipo anodino el que sueña con un grupo de personas a las que luego conoce. Si en Dream Scenario no se intenta explicar el fenómeno, en Al morir la noche uno de los personajes es un doctor que intenta razonar lo que no parece tener lógica. Por ejemplo, si este tipo ha soñado con ellos es porque los ha visto en el periódico o los recuerda de algún otro momento, reflexiona él. Pero pronto se da cuenta de que seguramente nada de lo que pasa tenga sentido. 

La británica Al morir la noche (Dead of Night), de 1945, adapta varias historias (una de ellas de HG Wells) y habla sobre todo de las premoniciones. ¿Está nuestro destino marcado o podemos cambiarlo? El protagonista, Walter Craig, no solo ha soñado con el grupo con el que queda en un caserón, es que ha soñado todo lo que va aconteciendo y él lo cuenta antes de que suceda. Los cinco extraños disertan sobre ello de la forma más natural, filosofando sobre la vida y la muerte, razonando los detalles como el que está en un diván. Me parece muy original la forma en la que estos personajes intentan que algo extraordinario pase por lo más normal del mundo. Pero la cosa va más allá y es lo que tiene verdadera gracia. Cada uno de ellos ha vivido una experiencia intrigante en su pasado. Y cada uno de ellos la cuenta a los demás intentando encontrarle un sentido. 

El psiquiatra intenta dar explicación a todo pero es evidente que todos estos muy normales no son. No solo el que ha soñado con ellos sino ellos mismos. Y son todas ellas historias que parecen el germen de otras tramas que hemos visto mil veces en películas de género. 

A partir de aquí contiene spoilers de la película. 

Un piloto de carreras sufre un accidente y en su convalecencia en la cama cree ver a un cochero fúnebre que le hace un extraño aviso. Cuando sale del hospital, coge un autobús pero al ver al mismo tipo, se baja y ese autobús se estrella. Esta pequeña historia de premonición (no me subo que esto lo he soñado y algo malo va a pasar) parece el origen de la saga Destino final. El tipo este que es bastante sobón con la enfermera acaba casándose con ella de lo pesado que es.

Por supuesto, el doctor dice que no se subió al coche porque tenía miedo a sufrir un posible accidente. Pero luego llega a decir que le están tomando el pelo, que se han confabulado para ponerle a prueba, como si él mismo no diera crédito a todas estas historias. 

Una adolescente recuerda que una vez jugando con otros chavales vio a un niño que resultó que era un fantasma pues había sido asesinado por su hermana. El doctor aduce que las santas (por aquello de que es una niña) tienen el plano espiritual elevado. En una de las escenas, acompaña otro chaval a la chica, que también es un sobón, pero ella logra zafarse.

El psiquiatra bromea afirmando que tal vez todos ellos son marionetas del que sueña o que no existirán cuando despierte. 

La tercera historia tiene que ver con un espejo. Una mujer se lo regala a su prometido y este ve reflejada otra habitación y parece estar poseído. Ella descubre que el dueño del espejo mató a su mujer y se suicidó. Me llama la atención que hablan de la locura con absoluta naturalidad pues él le dice que mejor pospongan la boda pues si se casan y él se vuelve loco no podrá divorciarse hasta que pasen cinco años. Curiosa ley. Aquí el buen hombre es tan celoso y violento como el difunto asesino. Menos mal que ella se carga el espejo y fuera problemas.

Mientras el protagonista anda agobiado porque sabe que algo malo va a pasar en esa casa, algo terrorífico. El doctor le tranquiliza: lo que le pase no puede ser peor que su imaginación. Bravo. 

Otra historia, más cómica, también cuenta con un fantasma. Dos amigos que juegan al golf se juegan también (esto es así) a la chica de la que ambos están enamorados. Ella sonríe toda boba, como si no supiera a quién elegir. El viejo, que gana, se casa con ella, y el joven se suicida. El fantasma del joven aparece para fastidiarle la boda al otro, pero todo en tono de chanza. El fantasma decide marcharse pero no recuerda como desaparecer (lo cual no deja de tener su gracia). Al final el que desaparece es el vivo. Este es el cuento de HG Wells. Los dos actores (Basil Radford y Naunton Wayne) surgen de sus personajes de Alarma en el expreso (1938), de Hitchcock.

Acaba el doctor contando la historia más tétrica, la suya, la de un ventrílocuo (interpretado por Michael Redgrave) que está convencido de que otro colega le quiere robar a su muñeco Hugo. Este muñeco maléfico parece tener vida propia y no queda claro si es así o es que el tipo está majara. El doctor tuvo que examinarle cuando intenta matar al supuesto contrincante, que sobrevive. El ventrílocuo acaba matando al muñeco y parece quedarse sin voz. 

Pero lo mejor de la película llega al final, cuando, tal y como predijo el soñador, es él mismo el que acaba matando al doctor, que es como cargarse la razón frente a lo inexplicable, entendí yo. El asesino huye y se va metiendo en las historias de los demás, que no dejan de ser pesadillas. Acaba en la celda del ventrílocuo siendo estrangulado por el muñeco. Bravo! 

El tipo entonces despierta y ve que ha sido todo un mal sueño. Y cuando crees que se ha hecho un Resines suena el teléfono y vemos de nuevo el arranque de la peli, cuando le invitan a ir al caserón a conocer a un grupo de personas con las que casualmente ha soñado… Él que no recuerda lo que ha soñado se va para allá tan campante. Un magnífico bucle, una paradoja loca, sin explicación alguna.