8.9.23

Riverdale 7x20, adiós a la serie (¿ha sido un buen final?) con spoilers

Esta entrada contiene spoilers sobre el final de Riverdale (En España no se ha emitido la séptima temporada). Riverdale se acabó. Una serie siempre delirante. En su último episodio nos cuentan qué fue de cada uno de sus protagonistas. Muy Mr Wonderful para mí, aunque con toques siniestros.

Como sabéis los que seguís este blog, una de las series de las que he hablado de forma intermitente ha sido Riverdale. La última vez que lo hice fue sobre los cinco episodios evento y el final de la sexta temporada (episodio 6x12). La séptima temporada no la he seguido, pero quería escribir sobre el final de una serie que nos ha regalado momentos delirantes, guiños poperos a montones y un reparto que ha hecho lo que ha podido con todo lo que se le veía encima, aguantando en los 17 años durante siete temporadas, y del que, cómo no, quería saber qué les depararía el destino al final del todo. ¿Se habrán portado bien los guionistas? Hay de todo.

Para leer anteriores recaps con claves: primera temporada, segunda temporada, tercera temporada, cuarta temporada, quinta temporada y sexta temporada. Protagonizada por K.J. Apa, Lili Reinhart, Camila Mendes y Cole Sprouse.

Eché un vistazo al episodio 7x18 (For a Better Tomorrow - Por un mañana mejor) en blanco y negro por tomarle el pulso a la temporada, pero es en el episodio 7x19 (The Golden Age of Television - La edad de oro de la televisión) donde nos dan la clave que me interesa. Ángel Tabitha (que no es Tabitha sino, eso, un ángel) envía a los chicos a los años 50 para salvar el pueblo del cometa Bailey. Logró que esa línea temporal fuera como la de los cómics, menos oscura, nihilista y con esperanza. Ingenua, años 50. Como si fuera Loki, estabilizó el multiverso y para ello las unió todas en una única línea temporal. Lo que propone ángel Tabitha es que los protas de Riverdale sí tengan acceso a esos recuerdos borrados. Los va poniendo de uno en uno delante de un televisor donde descubren una Riverdale llena de todo tipo de crímenes. Les da la opción de olvidar a los asesinos en serie, los superpoderes y los reyes gárgola o bien atesorar los buenos momentos que una vez vivieron borrando todo lo malo. Ángel Tabitha se va y Jughead escribe la línea final en su historia: adiós, Riverdale.

Así es como se llamará el episodio final de Riverdale, Goodbye, Riverdale (7x20).

Y aquí todo se precipita y es un episodio que intenta explicar qué les pasó a cada uno de ellos fuera de Riverdale (algo que me recuerda al final de Mujeres desesperadas), dejando ese poso amargo de las amistades que se dejan atrás. Ninguno de ellos mantuvo ninguna relación porque lo que les unía era Riverdale. Fuera del pueblo, cada uno siguió con su vida. 

La última superviviente es Betty. En esta historia Archie, el prota de los cómics, es uno más. La auténtica voz al final del viaje es ella. Tiene 86 años (interpretada por Michele Scarabelli) y se siente muy mayor, en cama. Muy a A dos metros bajo tierra. Le acompaña su nieta. Se ha enterado por el periódico que Jughead ha muerto. Betty, una señora de pelo blanco y ojos claros, vestida con un camisón rosa, quiere, antes de morir, volver al día que no vivió, el de la graduación, el final de las clases. Tenía paperas y se quedó en casa. Gracias al ángel Jughead, él y Betty, joven de nuevo (Lili Reinhart) viajan al pasado, y así es como el espectador se entera de todo lo que ha pasado. Una suerte del fantasma de las navidades pasadas. 

Lo más loco es que resulta que Archie y Betty volvieron juntos, y Jughead y Veronica iniciaron una relación. Pero hubo un momento en el que se intercambiaban las parejas, es más, hasta Betty y Veronica se enrollan. Lo de Archie con Jughead ya es otro tema (entre ellos, no). Viva el amor libre. Esto no sé muy bien a qué viene (sobre todo que ellas se enrollen).

Pero lo importante no es esto sino el destino de todos los personajes que nos van revelando:
  • Betty, joven de nuevo (Lili Reinhart), se reencuentra con su madre Alice y su hermana. Alice (Mädchen Amick) se divorció de Hal (Lochlyn Munro) y consiguió ser azafata. Le cuenta Jughead que el piloto pidió un bistec y tres Martinis y le dio un infarto, así que ella tuvo que aterrizar el avión. Le envió a Betty postales de todos los lugares que visitó. Y se casó con un pasajero de ese vuelo con el que sí pudo viajar como ella soñaba, su gran ilusión.
  • Polly (Tiera Skovbye) tuvo mellizos (Juniper y Dagwood) y una vida feliz. 
  • La madre de Archie, la Sra Andrews (Molly Ringwald) compró una tienda de ropa y conoció allí a una mujer llamada Brooke con la que se lió y siguieron juntas "hasta el final de sus días". 
  • Fangs (Drew Ray Tanner) se casó con Midge (Emilija Baranac), tuvo una hija y se hizo cantante, iba en un bus a las Montañas Rocosas y se le pinchó una rueda. Muerto en carretera al menos haciendo lo que quería hacer. 
  • Kevin (Casey Cott) y Clay (Karl Walcott) vivieron juntos en Harlem. Clay fue profesor de la universidad de Columbia y Kevin creó una compañía de teatro en el offBroadway. Kevin se murió durmiendo a los 82 años. Clay murió unas semanas después sentado en un banco dando de comer a las palomas (de todas las muertes esta puede ser la más triste y gris de todas, la soledad).
  • Reggie (Charles Melton) jugó al baloncesto en la universidad de Kansas State antes de fichar por los Lakers. Luego entrenó en Riverdale High (este sí volvió) y tuvo dos hijos, uno de los cuales todavía dirige Mantle Motors. 
  • Cheryl (Madelaine Petsch) se mudó al oeste, a Oakland Hills. Cheryl fue una pintora de éxito, exponiendo en galerías y museos. Siguió con Toni (Vanessa Morgan), ambas artistas y activistas. Tuvieron un hijo llamado Dale, en honor a Riverdale (obvio). Vivieron felices.
  • Nana Rose (Barbara Wallace) se reencarnó varias veces. 
  • Pop Tate (Alvin Sanders) murió mientras dormía. 
  • Julian (Nicholas Barasch) se alistó y murió en Vietnam. 
  • Frank Andrews (Ryan Robbins) y Tom Keller (Martin Cummins) fueron asesinados por un estafador que recogieron una noche. El lado oscuro no puede faltar en Riverdale.
  • Verónica (Camila Mendes) empezó como asistente en los estudios Silver Shield en Los Angeles, donde acabó siendo la jefa. Ganó dos premios Oscar como productora y hasta dejó las marcas de sus manos en el paseo de la fama de Hollywood, donde escribió: "No sigo las normas, las hago". Cuando murió, fue enterrada en el cementerio Hollywood Forever. De su vida personal, cero.
  • Archie (KJ Apa) se mudó al oeste para construir carreteras, aunque siempre quiso volver a casa. Es emocionante porque es Betty quien le cuenta lo que le pasará mirándole a los ojos. Irá a California, sin mirar atrás. Conocerá a una chica dulce y fuerte que te hará reír. Tendrá una familia preciosa. Archie trabajará en la construcción y será un escritor aficionado. Pedirá ser enterrado en Riverdale junto a su padre. De los cuatro amigos es el único (que nos digan) que forma una familia. Betty y Archie se besan. Lo que empezó de críos acaba de una forma muy triste, la verdad. Y pienso en una posible paradoja: si alguien te cuenta lo que te va a pasar, ¿no podrías cambiarlo?
  • Jughead (Cole Sprouse) se mudó a Nueva York, se dejó crecer las patillas y fundó la revista Jughead's Madhouse (el frenopático de Jughead). No se casó nunca. Otro solitario. Murió a los 84 años. 
  • Betty (Lili Reinhart) hizo lo mismo que Jughead, se mudó a Nueva York y fundó la revista feminista She Says, que se sigue editando. Tampoco se casó, adoptó una niña llamada Carla y su nieta Alice es la que acompaña a Betty a Riverdale. Betty muere en el asiento trasero del coche justo al aparcar en el Pop's. Como Archie siempre quiso volver a Riverdale, al menos ella sí lo consigue.
Segundos antes de que Betty muera con 86 años, siendo la última en hacerlo, la cámara recorre los espacios, ahora vacíos, del pueblo. Se abre la puerta del coche y sale Betty de joven en el Dulce Más Allá, según explica ángel Jughead. En una especie de reunión a lo final de Perdidos, Betty joven entra en el Pop's donde se quedará para siempre junto al resto de chavales. Todos le esperan allí, jóvenes, sonrientes, guapos, le han pedido su batido de fresa. Se sienta con Archie, Jughead y Veronica, están felices. No sé si aquí son conscientes de que están muertos o ser fantasmas mola todo. Es una visión de la muerte muy buenrollista, muy Mr Wonderful. "Para siempre", se repite. La verdad es que después de la oscuridad que ha impregnado la serie la mayoría de las veces este es el final bonito que se merecían.

Y de espaldas, ángel Jughead, dice: "Creo que los dejaremos aquí, donde siempre serán jóvenes, siempre con 17 años, comiendo una hamburguesa o un batido, siempre yendo o volviendo de algún baile, hablando de la escuela, quién sale con quién, de alguna película que estén echando en el Babylonium, ya sabes, esos momentos de los que se compone una vida". Jughead señala el neón del Pop's, y nos dice a nosotros los espectadores que si "en una noche solitaria, después de ese largo viaje, el viaje en el que estamos todos, lo vemos, frena el coche, entra y siéntate. Siempre estarás entre amigos y Riverdale siempre será tu hogar. Hasta entonces, que pases una buena noche". Adiós, Riverdale.

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