22.7.23

Opinión. La trágica historia de Dolores Roach, una divertida pero desigual Sweeney Todd con sabor hispano

Opinión de La trágica historia de Dolores Roach (Prime Video). 


Hannibal, The Walking Dead, Yellowjackets, Dahmer, muchos son los caníbales en serie. Algunos por placer; otros, por necesidad. Pero si La trágica historia de Dolores Roach mira a alguna ficción es a Sweeney Todd. Cambia la barbería londinense por un local de empanadas en Washington Heights. También me ha recordado a la dudosa carnicería de la película francesa Barbaque.

La trágica historia de Dolores Roach (cuyos ocho episodios de la primera temporada de media hora ya se pueden ver en Prime Video) viene con el sello de calidad (para muchos indiscutible) de Blumhouse. Aunque también he de decir que la productora centrada sobre todo en el género del horror no siempre es infalible. Lo demuestra con esta ficción. Por un lado, llama la atención por la presentación de personajes, una hispana que sale de la cárcel 16 años después de ser encerrada por proteger a su novio, el verdadero delincuente. Esa mirada a lo Sylvester Stallone en Tulsa King se va desarrollando, ya que Dolores Roach vuelve a un mundo que le resulta extraño. Se sorprende de la gentrificación de su barrio, pero también de no contar con el poder que le otorgaba ser la reina macarra del rey macarra de la droga. 

Lo mejor de la serie, que va a más a medida que avanzan los episodios, es esta mirada a las clases sociales, a las diferencias generacionales, a otras culturas y razas. Lo peor se dice rápido: el abuso en mostrar la repugnancia del canibalismo. Me explico. Como amante del terror veo innecesario la forma explícita de unir primeros planos de las bocas masticando la empanada de carne humana seguida de los vómitos de la protagonista en el váter porque se le revuelve el estómago al pensarlo. Entiendo mejor el toque gore de los cuerpos desmembrados, eso sí. O atreverse con una escena nunca antes vista: el caníbal lamiendo su propio semen. Creada, dirigida y escrita por el debutante Aaron Mark todo el peso de las decisiones caen sobre él. Tal vez con otra forma de mirar esta historia se habría logrado una narración un poquito más especial.


La serie en realidad adapta el podcast de mismo nombre (The Horror of Dolores Roach), un true crime de esos que engancha. Pero como todo, trasladado a la pequeña pantalla muestra estas pequeñas debilidades. Su fortaleza llega en otros aspectos más allá de la comedia de terror caníbal (el guiño a la inyección de Pulp Fiction en el sexto episodio tiene gracia). También en las interpretaciones. Justina Machado (yo la conozco más por A dos metros bajo tierra que por Día a día, cuya mirada me recuerda a Eva Longoria) le cuenta su historia, la de Dolores Roach (y nos la narra a nosotros) a Jessica Pimentel (Orange is the New Black), una actriz que la interpreta en una obra de Broadway (Sweeney Todd surgió de un musical de Broadway). 


Dolores quiere aclarar que la versión que se está dando de sí misma no es la correcta. Y viajamos a un flashback para entender por qué esta mujer apechugó con la culpa de su novio traficante de maría y cómo derivó todo para que acabase viviendo debajo de un local de comida rápida llamado Empanada loca (y dando masajes inquietantes a lo Norma en la serie Rapa). A Dolores le acompaña el dueño del local Luis (Alejandro Hernandez) y hay varios cameos como el del cómico Marc Maron (Glow) (como el casero que pone a prueba la paciencia de Dolores) o el de la cantante Cyndi Lauper (como un trasunto de detective que ayuda a Dolores a encontrar a su ex novio en el quinto episodio).

con spoilers
La serie acaba con Dolores encontrando a Dominic, aunque a este no le vemos. Abre la puerta y ella sonríe como una loca lanzándose a su cuello con las dos manos. ¿Habrá segunda temporada de La trágica historia de Dolores Roach? Entiendo que de haberla sería en la actualidad, con la policía tras sus talones (ya que la daban por muerta). No sé si la vería, la verdad. 

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