22.6.23

Opinión. Black Mirror, ranking de episodios en una sexta temporada un tanto dispersa

Opinión y claves de la sexta temporada de Black Mirror, la antología creada por Charlie Brooker ha perdido fuelle (estreno: 15 junio 2023).

De mejor a peor: 1>2>5>3>4

La quinta temporada se estrenó en 2019, hace cuatro años, y solo constó de tres episodios.

Teaser de Black Mirror 6


Opinión, sinopsis episódicas y reparto

Joan is Awful (dirige Ally Pankiw, con Annie Murphy, Salma Hayek, Rob Delaney, Ben Barnes y Michael Cera)
De qué va: una mujer anónima descubre que una plataforma de streaming ha hecho una serie de su vida protagonizada por Salma Hayek. 
Opinión: al ser el primero lo cojo con muchas ganas. Es muy entretenido y divertido. Hayek no es lo mejor (demasiado histriónica), pero Annie Murphy se sale y podemos empatizar con ella fácilmente. ¿Y si vieras en una nueva serie de Netflix (aquí se llama Streamberry, aunque Netflix ya se hizo meta con la interactiva Bandersnatch) que la protagonista eres tú interpretada con una actriz famosa y que exponen todas tus miserias al mundo? Es una crítica a los medios que destapan las vidas de los demás. Si te tocara a ti es otra historia, claro. La gran incógnita es descubrir cómo es posible que Streamberry conozca con poca antelación lo que has hecho e incluso lo que vas a hacer. Obviamente sabemos que debe haber un algoritmo por el medio y un "cerebro" que lo organice todo. La decisión final del episodio está bastante bien, pues además cuenta con un pequeño giro inesperado que eleva el episodio un poco más. Hace mucho que los actores sean todos conocidos y verlos en situaciones extremas.

Loch Henry (dirige Sam Miller, con Samuel Blenkin, Monica Dolan, John Hannah y Daniel Portman) 
De qué va: una joven pareja viaja a un tranquilo pueblo de Escocia para trabajar en un documental sobre la naturaleza, pero se encuentra en medio de una historia local con sucesos espeluznantes del pasado. 
Opinión: una pareja interracial llega al pueblo de él (blanco), el típico pueblito en el que nunca pasa nada, pero en el que obviamente sí pasó algo hace años. La desaparición de varios turistas podría ser, según ella, un buen punto de partida para un documental, ya que ambos trabajan como documentalistas. El suspense se mantiene y llega a tener hasta un punto de comedia negra y algo kitsch, pero es fácil saber qué ocurrió y quién estuvo detrás de las desapariciones. Aquí la crítica tecnológica es bastante suave, pues no hablamos del futuro, sino de cámaras de vídeo VHS con las que grabar las escenas con una textura vintage. También en este episodio se va de menos a más, en una escalada para desvelar el suspense. Me gusta, está muy bien hecho, pero le pillo el punto rápido. Eso sí, el final vuelve a ser un remate que da que pensar.

Beyond the Sea (dirige John Crowley, con Josh Hartnett, Kate Mara, Aaron Paul, Rory Culkin, Daniel Bell, Lydia Cherry y Ioachim Ciobanu)
De qué va: en 1969, dos hombres se encuentran en medio de una misión peligrosa de alta tecnología.
Opinión: este episodio, al igual que el primero, sí pone sobre la mesa el lado oscuro de la tecnología. No lo explican muy bien pero tenemos a dos hombres en el espacio y a sus clones (como robots gemelos) en sus casas (sus conciencias). Ellos se enganchan a sus clones mientras duermen y durante ese tiempo de descanso es como si estuvieran en la Tierra con los suyos. Una tragedia lo cambia todo y pone en evidencia sobre todo la ingenuidad de uno de ellos. Se me hace eterno porque dura casi hora y media y es bastante reiterativo. Lo que me saca de la historia es la historia del cuadro. Es un macguffin como una catedral pero se lo podían haber currado más como excusa para estar en la Tierra.

Mazey Day (dirige Uta Briesewitz, con Zazie Beetz, Danny Ramirez y Clara Rugaard)
De qué va: una celebrity es asediada por los paparazzi mientras se enfrenta a las consecuencias tras un atropello con fuga. 
Opinión: este episodio es una variación del primero. No es una persona anónima, sino una actriz joven la que sufre por ver expuesta su vida. No es una serie de televisión (un reality) sino un grupo de paparazzi los que la persiguen. Obviamente hay una crítica al acoso de los medios con el uso de cámaras de fotos y teleobjetivos (invasión de la privacidad). Sin embargo, tiene más que ver con el segundo episodio pues también usa el suspense y mucho más el terror (ideal para fans de Sitges). La metáfora en el último disparo final es muy obvia. Un episodio flojo en general.

Demon 79 (dirige Toby Haynes, con Paapa Essiedu, Katherine Rose Morley y David Shields)
De qué va: en 1979, una joven asistente de ventas debe cometer actos terribles para prevenir un desastre.
Opinión: una chavala paquistaní trabaja en una zapatería. Soporta el rechazo por el color de su piel (lo que le entronca con el segundo episodio) y se evade imaginando cómo sería romperle la cabeza al que le insulta (una defensa bestial, de transformación, como ocurre en el cuarto episodio). Aquí la fantasía entra en escena a tope mostrándonos al mismísimo diablo, un personaje que resulta cómico (imita al cantante de Boney M.) muy parecido al de la serie Evil. Black Mirror pasa a llamarse Red Mirror. Y es lo que es, terror sin más. De nuevo, tenemos asesinatos (como en el segundo episodio: de hecho la chica también se corta el dedo y se mira la sangre), venganza (como en el cuarto, curioso que también le recriminen que su comida huela) y su buena dosis de horror. Una vez más, la historia va de menos a más y el remate nos mantiene intrigados hasta el final. La trama puede recordar a la última película de Shyamalan (Llaman a la puerta) y cómo frenar el fin del mundo.

En general
Al final me sorprende que, en efecto, de los cinco episodios, solo dos reflexionan sobre el mal uso de la futura tecnología de trasfondo. Los otros tres son episodios de género y no son Black Mirror para nada. Parecen más sacados de una antología de terror tipo Room 104. Lo mejor: todos tienen buena factura, se nota la inversión, se ha cuidado el detalle, comparten cierto toque retro, un remate sorprendente y cierta aspiración a creer que al final del túnel hay esperanza. Lo peor: tres episodios no son Black Mirror, muchos de los giros son bastante previsibles y hay algunas tramas que se hacen especialmente largas.

Black Mirror en Yonomeaburro

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