30.4.23

Joan Crawford, mujer poderosa rodeada de chupópteros

Hay dos pelis de Joan Crawford que me gustan mucho (además de ¿Qué fue de Baby Jane?), Alma en suplicio (con la que ganó su único Oscar) y Miedo súbito. Ambas se enmarcan en el género de cine negro y muestran a la actriz como una mujer poderosa, rodeada por hombres que se quieren aprovechar de ella.



ALMA EN SUPLICIO
(Mildred Pierce, 1945, de Michael Curtiz, adapta la novela de James M. Cain)

Joan Crawford es una empresaria que logra hacerse con una cadena de restaurantes a los que pone su nombre: Mildred Pierce. El motor para que esta ama de casa (que hace suculentas tartas) se ponga las pilas es la ambición de su hija mayor Veda (Ann Blyth), que roza lo enfermizo. La historia arranca con un asesinato (el de Monte Beragon, que tiene nombre de Juego de tronos) y es Mildred la que va narrando en comisaría todo lo ocurrido hasta llegar a ese punto. Mildred, independiente y segura de sí misma, aunque con tendencia a concederle todos los caprichos a su hija, está rodeada de hombres chupópteros. Un amigo que se cree con derecho a roce, un ex marido que no acepta que rehaga su vida, un ligón español (el mencionado Beragon) de dudosa reputación. Entre estos y su hija, el espectador rabia a placer, pues el único personaje que se salva es ella. Todos caen mal. El director Michael Curtiz (Casablanca) logra elevar la película, que mezcla cine negro con culebrón (traición, codicia, deslealtad). Fue nominada a seis premios Oscar: mejor película, guion, fotografía, actriz de reparto para Ann Blyth y para Eve Arden (que interpreta a su ayudante y confidente) y para la propia Joan Crawford que se lo llevó (su único Oscar de tres nominaciones). A toro pasado, el filme bien podría describir a la propia Joan Crawford (siendo ella como Veda), cuya hija adoptiva describió en su biografía como una madre egocéntrica y cruel. En 2011, Todd Haynes rodó la miniserie Mildred Pierce, con Kate Winslet y Evan Rachel Wood.



En ambas películas, Joan Crawford va elegantísima, luciendo un abrigo de pieles a pesar de que lo lleva cuando intenta suicidarse tirándose de un puente (Alma en suplicio, arriba) o para matar a su marido (Miedo súbito, debajo).

MIEDO SÚBITO
(Sudden Fear, 1952, de David Miller, adapta la novela de Edna Sherry)

Joan Crawford es una adinerada (por herencia) y popular autora de teatro, en Miedo súbito, cuando descubre que su marido la quiere matar. Toda esta secuencia (escucha la amenaza porque se ha grabado por accidente en una máquina de dictado) es sublime. Ella, con los ojos bien abiertos, se imagina cómo podría el marido acabar con su vida. Luego es ella la que se imagina cómo sería matarle a él. Eso sí, me resulta inquietante la elección de Jack Palance para este papel. Ella lo rechaza al inicio del filme como actor en una de su obras porque no es guapo y luego, se enamora de él (no hay quien se crea este match que surge durante un viaje en tren). Al tipo le queda el rencor y las ganas de obtener dinero fácil, a lo que le anima además su novia, una joven rubia que, a su vez, es la pareja de un amigo de ella. Tanto Joan Crawford como Jack Palance fueron nominados al Oscar, también su magnífica fotografía y el vestuario. La peli de David Miller (director de Un grito en la niebla o Amor en conserva) no se llevó ni uno. Fe la única vez que la Crawford compitió en los Oscar contra Bette Davis, con la que rodaría 10 años después Qué fue de Baby Jane. Es cierto que no empatizo con Jack Palance de joven porque en mi recuerdo perviven sus famosas flexiones cuando ganó su único Oscar en 1992 por Cowboys de ciudad, junto a Billy Crystal. 

En el filme, se puede ver el certificado de haber pasado la censura.



Que Billy Crystal se encargó de recordarnos en la edición siguiente, cuando contó con Jack Palance (y sus flexiones) para el opening.  



Por cierto, he flipado al descubrir que David Miller dirigió antes que Oliver Stone una película sobre el asesinato de JFK en 1973 en la que ya apuntaba hacía una posible conspiración.

Primero fue el libro de Jim Garrison y luego la peli de Oliver Stone. En 1991 me obsesioné con la muerte de JFK. David Miller ya había tocado el tema de la conspiración en Acción ejecutiva (1973), con Burt Lancaster y guion de Dalton Trumbo. El 22 de noviembre hará 60 años.

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