28.2.23

El pisito, el curioso anuncio del diario ABC (y coincidencias con Un millón en la basura)

En mi revisión de las películas de José Luis López Vázquez, ya tocaba El pisito (1959). Buscando información en el diario ABC encuentro este simpático anuncio. 


El pisito. Una historia de hoy para un cine de hoy. El amor llegó tan tarde como el pisito que esperaban. 

Así que anunciaba la película de dirigida por Marco Ferreri (influenciado por el neorrealismo italiano) y basada en la novela de Rafael Azcona en el diario ABC. En la publicidad (el cartel lo dibujó Mingote) José Luis López Vázquez (en su primer papel portagonista) aparece como Rodolfo entre una joven (su prometida Petrita, Mary Carrillo) y una anciana, doña Martina (Concha López Silva), con la que se ha casado (dueña del dichoso pisito que se quiere quedar una vez que se muera). María Luisa Ponte hace de hermana de Petrita y Chus Lampreave de Avelina.

Para curiosos sobre las localizaciones. 
El pisito se rodó en numerosas localizaciones de Madrid, como el pasaje del Comercio, la plaza de los Mostenses, la calle García Molinas, la Gran Vía, el café Marlin (Fuencarral con Manuela Malasaña), las Cuevas de Sésamo (calle del Príncipe), el mercado y la plaza de la Cebada, la iglesia y el mercado de la plaza de San Ildefonso, la Casa de Fieras del Parque del Retiro y el café bar Flor (en la puerta del Sol). Muchas de las calles del centro las vemos durante el paseo del féretro por la ciudad.

Grandes escenas surrealistas.
En El pisito hay algunas escenas muy divertidas por surrealistas, que parecen improvisadas. Rodolfo come helado en una cafetería y a su lado un niño le mete la cuchara. De fondo se ve al padre del niño que pasa y se saca un moco. Cuando Petrita convence a Rodolfo de que "se case con la vieja", la camarera no quita la oreja y hace como que hace para no irse de allí y seguir cotilleando. En la cocina del pisito, una mujer come arroz con leche de forma compulsiva mientras se produce la escena a la mesa. El callista, uno de los inquilinos del pisito, le da de beber anís al gato de la anciana. En la mesa se ven botellas como el vino Santa Catalina. Rodolfo va en un coche con publicidad de cubitos de sopa Avecrem

Y, además, Un millón en la basura.
Hay otra película de López Vázquez, Un millón en la basura (1967, José María Forqué), que trataría después algo parecido. La pareja protagonista también es pobre y él, barrendero, se encuentra un millón de pesetas en la basura. Se lo lleva a casa y su mujer es la que le dice que lo devuelva. En El pisito es la mujer la que anima al hombre a conseguir el dinero (en este caso, el piso) como sea. En Un millón en la basura, el barrendero debe 14 meses de alquiler, que son 3.000 pesetas de la época. Más cifras. Un piso de lujo cuesta cinco millones, dando uno de entrada (algo que nunca estará a su alcance). Pide comer en un bar ahora que tiene dinero y le cobran 206 pesetas, un pastizal, pues luego se arrepiente, no paga con lo robado y solo lleva en el bolsillo 48 pesetas. Cuando compra para sus hijos una muñeca y un tren debe pagar 920 pesetas. La pareja vive en la calle San Ambrosio, 20, bajo (a las afueras de Madrid en ese momento). Rara vez se dan tanto detalles de las calles. Los padres de ella, en una zona más céntrica en aquel momento, en la calle Humilladero. El dueño del maletín con el dinero trabaja en un banco en la zona del metro de Sevilla.

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