20.1.23

Documentales. El mochilero del hacha (true crime) y Blitzed! (el local de los 80) en Netflix

En Netflix tenéis dos interesantes documentales. Para amantes del true crime, El mochilero del hacha y para fans de la música y la moda, Blitzed!


Blitzed!


Qué maravilla el documental #Blitzed sobre el popular garito londinense Blitz de los 80 (estaba en Great Queen, en la zona de Covent Garden). Sale la diseñadora Michele Clapton, a la que recuerdo que entrevisté por su vestuario en Juego de tronos en su visita a Madrid. De hecho, una de las imágenes del documental muestra la exposición de la serie en la capital. Y la tienda Sex (de Vivienne Westwood y Malcolm McLaren), que aparece en la miniserie Pistol, a la que iban todos los jóvenes a buscar la ropa más cool. Apuntar también que para mi sorpresa sale Boy George, que era el que trabajaba en el guardarropa del garito, irreconocible (comparadle a cuando le vi pinchar en Madrid en 2006), y reconociendo que robaba todo lo que la clientela se dejaba en los bolsillos.

Bowie visitó el Blitz e hizo un pequeño casting para su videoclip Ashes to Ashes. En el documental, sale la chica negra comentando cómo fue grabar con su ídolo (el Blitz era un homenaje a Bowie). Uno de los que creó el garito, Steve Strange, tuvo un hitazo con su grupo Visage, Fade to Grey. Fue Strange el que un día no dejó pasar al local al mismísimo Mick Jagger porque no iba en su onda. En el Blitz actuaría por primera vez Spandau Ballet, lo que provocó que finalmente se pusiera de moda y acabara cerrando 18 meses después de su apertura. 


El mochilero del hacha


Un joven homeless (y desequilibrado) que pasa de héroe viral (evitó que un tipo estrangulara a una mujer asestándole varios golpes con un hacha) a sospechoso de un crimen. Al final culpabilizan a los medios (entre ellos, a Jimmy Kimmel, que le llevó a su programa y lo convirtió en estrella mediática). También habla su madre, de la que comentan que le encerraba cuando era pequeño. Un cuadro todo. Ideal para amantes del true crime. El tipo, que solía sacarse la chorra y mear donde le apetecía, parece que odiaba a Julio Iglesias (JAJA). Cuando llegó al hotel para las entrevistas, se paró en su estrella de la fama y ahí que meó. Cuenta el documental que luego le pagaron 500 dólares y al salir del hotel se los dio al botones que le había echado la bronca. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen post