Pepe Isbert leyendo un cómic de Superman. ¿Cómo te quedas?
El espectador se tiene que creer que el aparejador Carlos (Alberto Closas) y su mujer Mercedes (Amparo Soler Leal) tienen 15 hijos, teniendo ella solo 30 años. El abuelo (Pepe Isbert) les echa un cable con los niños, ya que vive con ellos, y luego está el padrino-tío (José Luis López Vázquez) que es pastelero y también se apunta a un bombardeo. Entre los chicos, un adolescente Jaime Blanch y un alborotador Pedro Mari Sánchez.
Más allá de Chencho, La gran familia (1962) contiene un montón de guiños muy curiosos.
Pepe Isbert suele leer tebeos de Superman. Hablamos de un abuelo de los años 60 en España. Como si fuera un niño más de la familia.
Van a ver al cine La guerra del espacio en Tarragona donde van de vacaciones unos días.
Tiene gracia que el abuelo se vista de astronauta luego para jugar con sus nietos.
Amparo Soler Leal en Galerías Preciados buscando un traje de comunión. Para tanto niño no es nada fácil gastarse los cuartos.
El presidente de la comunidad donde vive La gran familia lee el ABC. Anhelan que toda la tropa se vaya de vacaciones para estar más tranquilos.
Los muñecos más feos posibles.
Haciendo cola en Galerías Preciados para hablar con los Reyes Magos.
El rey mago que parece Bryan Cranston.
El vecino pudiente del edificio es de los pocos que tiene televisor, y los Alonso se asoman por la ventana para verla. En la pantalla se puede leer que hablan del Festival de Cannes.
Una de las hijas es la diana de todas las miradas de los jóvenes, una secuencia muy italiana.
La Plaza Mayor de Madrid con sus puestos navideños.
Toda la familia acaba viendo la tele, la primera que tienen, y el anuncio de un nuevo hijo. La gran familia continuó con otras tres películas más, una de las sagas del cine español, referencia por ejemplo para el cine familiar de Santiago Segura.
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