18.1.23

Funny Woman: Gemma Arterton, una nueva señora Maisel en los años 60 (estreno: febrero)

(subida originalmente 26.11.22; esta entrada se ha actualizado)

En Funny Woman hay de inicio varias cosas que me gustan. La serie (de seis episodios) está basada en un libro de Nick Hornby (Funny Girl, 2014, pero no confundir con la película con Barbra Streisand), está ambientada en los efervescentes años 60 en Londres y tiene a Gemma Arterton interpretando posiblemente el papel de su vida (hasta ahora al menos). 

Actualizo: Funny Woman se estrena en SkyShowtime España desde el 28 de febrero de 2023.


Funny Woman arranca en 1964 con la protagonista, Barbara Parker, coronándose reina de la belleza como Miss Blackpool. Un título de barrio que a todo el mundo entusiasma, menos a ella. Barbara se da cuenta de que ser la guapa de la película podría convertirse en un calvario. Se da cuenta allí mismo, cuando el fotógrafo confunde sus tetas con sus ojos, mientras sostiene la corona. ¿Realmente eso es a lo que aspira, a que la traten como un trozo de carne? La vida de Barbara estará llena de importantes decisiones, y esta es la primera de ellas. Decide que la corona se la quede otra que entre por el aro de las circunstancias machistoides de la época. También podría haberse quedado trabajando en una fábrica de golosinas junto a su padre (David Threlfall). Pero Barbara decide probar suerte en la ciudad. Aunque esto signifique separarse de sus padres y de su guapo prometido (Tom Bateman)

Lo que sucede a continuación recordará a Última noche en el Soho, de Edgar Wright, pero aquí no hay paranoias ni asesinatos que valgan. Si allí Anya Taylor-Joy quería cantar, aquí Gemma Arterton aspira a convertirse en comediante. Una suerte de maravillosa señora Maisel de los años 60. Los títulos de crédito llegan acompañados de música pegadiza, con letreros a todo color. Hasta suena también el Downtown, de Petula Clark. 

Barbara se inicia como dependienta de unos grandes almacenes, como Maisel, y al igual que esta va por la vida sin morderse la lengua (le dice a una clienta que el sombrero que ha elegido no le gusta). Y esto le puede pasar factura. Se ríe viendo a Lucille Ball por la tele, su ídolo. Está claro que lo suyo es llevar la contraria, e intentar domar ese espíritu rebelde le va a costar lo suyo. Barbara se va a vivir con una compañera a un piso pequeño, para ir tirando. 

La serie usa imágenes reales para contextualizar la época, colocando a Gemma Arterton en ellas. Dirige Oliver Parker, nominado al BAFTA por Un marido ideal. Aunque Funny Woman tiene un tono de comedia, no faltan las pinceladas dramáticas, como cuando en su ingenuidad Barbara acompaña a un rico caballero casado a un evento y este la intenta violar. Pero el mensaje tiene que ver con la sororidad entre mujeres y esto lo encuentra Barbara. El golpe de suerte le llegará de la mano del personaje interpretado por Rupert Everett, que está irreconocible. Si Barbara ha ido a Londres a ser alguien necesita un representante. Este hombre pintoresco ve en ella algo diferente. Y así es cómo Barbara comienza a hacer lo que le gusta, acude a audiciones en teatro, para anuncios publicitarios, mientras trabaja en un cabaret. 

Y como suele ocurrir en estos casos y más en aquella época no la aceptan por motivos dispares, entre ellos que es demasiado guapa. Lo cual resulta irónico cuando ella es la reina de las muecas. Al final del episodio suena el Respect, de Aretha Franklyn. Intuyes que al final las cosas le saldrán bien, que tendrá que luchar en un mundo de hombres donde una chica guapa no puede ser graciosa, pero tiene a su favor que no le teme a nada ni a nadie, que es capaz de ser la payasa de la fiesta sin vergüenza alguna y que contará con una pandilla de guionistas jóvenes que creerán en ella.

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