22.7.22

Breve encuentro, la película de David Lean que inspiró El apartamento a Billy Wilder

Se considera la primera película en la que se usa la voz en off de forma dramática. Y una de sus secuencias le dio la idea a Billy Wilder para El apartamento. Breve encuentro (David Lean, 1945) narra de una forma deliciosa los encuentros entre dos extraños, ambos casados, en la cafetería de una estación de tren.


Breve encuentro (Brief Encounter, 1945) de David Lean adapta a Noel Coward. A pesar de la época la película cuenta los encuentros furtivos entre una ama de casa llamada Laura (Celia Johnson) y Alex, un doctor (Trevor Howard). Ambos están felizmente casados pero este encontronazo fortuito pondrá a prueba su fidelidad. A modo de flashback, Laura recuerda lo que acontece. 


La trama principal transcurre en la cafetería de la estación de tren, donde ambos toman café y simulan encontrarse por casualidad. Lo que arranca como algo naif entre dos extraños, un flirteo que no debería ir a más, se va convirtiendo en algo que va tomando relevancia en sus vidas. 


Ya no quedan solo a tomar café, sino que por ejemplo van al cine. Y llega un momento en el que Alec le pide a un amigo que le deje un piso para poderse ver con Laura a solas. Ocurre, pero no ocurre. Parece algo impensable para la época, pero ahí están ellos convirtiendo su fantasía sexual en realidad, en una aventura extraconyugal. 


También vemos a Laura con su marido. El tipo hace crucigramas, no es la alegría de la huerta. La película es magnífica alternando la angustia (me pueden pillar, estoy haciendo bien) con el placer (tengo ganas de volver a verte, quiero estar contigo). Y se centra en la relación adúltera, tratando temas como el sentido de la moral. Los comentarios en voz en off y la música de Rachmaninoff le confiere una tensión dramática muy peculiar a la relación. 

Laura toma otro tipo de café con su marido. Extraño artilugio de vidrio con forma de balón.


Lo mejor de Breve encuentro es asistir como espectador a los diferentes pasos que va dando la pareja hasta consumar el hecho en sí (la mayor parte de la película tontean y hablan más que hacen), cómo muestra esa sensación de renuncia, de frustración sentimental. "Te puede pasar a ti", decía el eslogan en el cartel. Laura y Alec, ya nos avisa el título, tendrán un breve encuentro, tan breve que será solo un recuerdo, y aun así estos dos se han amado como pocas personas lo logran hacer en su vida. Preciosa. 

En la cafetería, chocolate Nestlé. La dueña (con su reloj colgando en el pecho como si fuera una enfermera) merece un punto y aparte, pues sabe quién entra, quién sale, y también tiene su flirteo que va a más con un barrendero. Qué elegancia todas.


Laura va de compras. Aquí podemos ver cómo vendían los cepillos de dientes y lo que parecen ser botes de mahonesa. 


El uso del comentario en voz en off llama la atención en Breve encuentro. No es la primera película en hacerlo, pero sí la que consigue que tenga una fuerza dramática. Fue la francesa Le Roman d’un Tricheur, de Sacha Guitry (1936), la que usó por primera vez la voz en off.

Celia Johnson fue nominada al Oscar, también David Lean (la primera de sus siete veces como director) y el guion.

El doctor y el amigo que le deja el piso.

Billy Wilder contó en sus memorias que la escena en la que el doctor intenta usar el apartamento del amigo para encontrarse a solas con Laura le inspiró El apartamento (1960). Wilder se convertiría con este filme protagonizado por Jack Lemmon y Shirley MacLaine en la primera persona en conseguir el Oscar a mejor película, director y guion.

Jack Lemmon preparando sus famosos spaguetti con una raqueta de tenis. Lemon es CC Baxter, el dueño del apartamento que presta su piso como picadero a sus jefes, hasta que se enamora de Kubelik (Shirley MacLaine), la amante de uno de ellos.

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