7.12.20

Mank, la película de David Fincher que encumbra al guionista (opinión)

Opinión de Mank, dirigida por David Fincher.

Podría divagar horas sobre el cine de David Fincher (mi director vivo favorito) o sobre las propuestas de Netflix claramente descompensadas (esto es una obra maestra frente a las muchas que sirven para engordar el catálogo). La película llega a la plataforma, al menos en España, en medio de un puente lo que favorecerá que mucha más gente la vea. El boca oreja ha hecho el resto. No hace falta mucha campaña de promoción. Para cualquier cinéfilo, Mank es una joya. En blanco y negro, rodada como si estuviéramos en los años 30, con un Gary Oldman estupendo haciendo de Herman Mankiewicz, el guionista de la futura Ciudadano Kane. Fincher alterna flashbacks con el momento en el que Mankiewicz, postrado en la cama tras un accidente de coche, se lía a escribir la que sería su gran obra, el único guion que firmó (y lo que le costó hacerlo porque Orson Welles también se lo atribuyó) y por el que se llevó el Oscar. Fincher detalla los entresijos de Hollywood, cómo se gesta un guion de la que durante mucho tiempo fue considerada la mejor película de todos los tiempos, y, especialmente, la relación personal de Mankiewicz con Marion Davis (Amanda Seyfried), la amante de William Randolph Hearst (Charles Dance) el dueño de un imperio mediático por aquel entonces, y su explosivo carácter (lo que todo el juego del mundo para que Mank tenga un humor ácido y canalla). Es cierto que Mank requiere de antemano saber de qué estamos hablando, porque si no te pierdes. A mí todo el sensacionalismo que rodeó a la figura de Hearst siempre me ha flipado, con su castillo en San Simeon y todo lo que se ha filtrado sobre lo que ocurría entre sus exclusivas cuatro paredes (David Niven y otros muchos lo cuentan en sus biografías). Pero creo que lo que hace Mank especialmente es empoderar a la figura del guionista. No muchos, creo, saben que el guion de Ciudadano Kane no es de Orson Welles (o al menos no solo de él), y eso es lo que pretende rescatar Mank. Hay una frase que parece resumir toda la odisea quijotesca de este hombre (que en el filme nombra a Cervantes y a Dulcinea): "Un guionista influye más en la opinión pública que un politicucho". Ved esta peli y luego leed sobre estos personajes, y por supuesto echadle un ojo a Ciudadano Kane. Solo Mankiewicz pudo bromear y salir airoso con el apodo sexual de Marion Davis y ese último lamento (Rosebud) que se escucha por boca de Charles Foster Kane, el alter ego ficticio de WRH. 

No hay comentarios: