En Six Mile Hill, un tranquilo pueblo irlandés, se dice que Bram Stoker pasó una noche en el pub local (llamado por eso The Stoker). Esta película vampírica se inspira en una falsa leyenda (el nombre del pueblo es también el nombre de la productora del director Chris Baugh), pero crea una atmósfera muy potente, entre pintas de cerveza y lugareños escépticos (o no) pues se dice que existió un antiguo vampiro irlandés que podría seguir por ahí. Se podría ver el filme como una metáfora de la pérdida de la tradición y el folclore frente a esa modernidad que puede dar más dinero. Un padre y su hijo (el hijo es Jack Rowan, el prota cabrón de Nacido para matar) tienen una empresa con la que van a expropiar parte de una zona en medio del campo donde supuestamente hay un montículo de piedras de culto al vampiro. En la parte contraria está otro vecino –John Lynch (The Head)– que pretende evitarlo, pero ya sabemos que al final los dos bandos opuestos se tendrán que enfrentar ante un enemigo común (el monstruo está muy bien hecho). Bastante divertida, muy irlandesa y con momentos gore en la última parte de la peli que serán muy aplaudidos por el fan del género.
La canadiense Elza Kephart se marca una broma surrealista con Slaxx. La peli transcurre en una tienda moderna, al estilo Uniqlo, por aquello de que toda la ropa es igual pero de diferentes colores, muy cara y que atrae a influencers y fans que harán cola para conseguir lo último. Lo que en apariencia vende Cotton Clothiers es sostenibilidad, sin embargo algo pasa en sus campos de algodón en la India que provocará que los vaqueros Super Shapers cobren vida. Hay que ver la peli como un Chucky diabólico pero en el mundo de la moda pues son los pantalones los que cobran vida, malditos, dando lugar a un buen número de escenas en las que parecen depredadores y provocan auténticas carnicerías. La burla máxima es verlos bailar. Y ojo a los títulos de crédito (y escena final tras ellos).
Ideal para el público de Sitges, pues el prota, Joel, es un crítico de pelis de terror en un fanzine. Este chico parece sacado de una peli de los años 80, hasta su look recuerda al de Michael J Fox en Regreso al futuro. Como buen loser que es acaba medio borracho en un bar, pues desconfía del nuevo ligue de su inalcanzable vecina, de la que, obviamente, está enamorado. El puntazo de Vicious Fun llega pronto, pues Joel acaba en un grupo de terapia rodeado de serial killers que creen que Joel es uno de ellos, hasta que, efectivamente, descubren que no lo es. Esta comedia negra canadiense está dirigida por Cody Calahan, y muestra a los asesinos como si fueran villanos de DC, a la policía lo más tonta posible y a los héroes (Joel y una de las asesinas) jugándose la vida para evitar ser aniquilados. Del reparto os sonará David Koechner, conocido por ser secundario en multitud de comedias.
- Más películas de Sitges 2020: Relic, Fried Barry, Mandíbulas y Jumbo.
- Más películas de Sitges 2020: Impetigore, Get the Hell Out y Post Mortem.
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