20.6.20

Opinión. The Great: el ascenso de Catalina la Grande en una entretenida (y retorcida) versión millenial

(subida originalmente 24.4.20; esta entrada se ha actualizado)

The Great es una nueva serie protagonizada por Elle Fanning que recuerda visualmente a la María Antonieta (2006), de Sofia Coppola, aunque habla de Catalina la Grande. Está escrita por Tony McNamara, guionista de La favorita. Gana con sus anacronismos, como ya nos enseñara Destino de caballero (2001) con Heath Ledger, pero The Great es mucho más valiente (y retorcida).


Hace poco hemos visto a Helen Mirren como Catalina la Grande. La miniserie The Great (Hulu) es una comedia satírica que convierte a Elle Fanning en una joven Catalina ambiciosa, con elementos anacrónicos y antihistóricos para narrar su meteórico ascenso en la Rusia del siglo XVIII. Amante, maestra, gobernante, amiga y luchadora… esta mujer decidió poner patas arriba la corte a la que llegó al casarse con Pedro III.


Nicholas Hoult interpreta a Pedro III de Rusia. La serie habla de una joven idealista y romántica que llega a Rusia para casarse con este emperador. Esperando una vida deliciosa encuentra en cambio un mundo peligroso, depravado y atrasado que decide cambiar. Todo lo que tiene que hacer es matar a su marido, derrotar a la iglesia y desconcertar a los militares. Nicholas Hoult y Elle Fanning habían coincidido anteriormente en la película Young Ones (2014).

The Great se estrena en Hulu el 15 de mayo. En Starzplay en España el 18 de junio.

Trailer de The Great



Aunque se trate de mujeres diferentes, la estética de The Great imita a la María Antonieta de Sofia Coppola, igual de rebelde y adelantada a su época. En el poster de The Great vemos a Catalina haciendo una peineta al mundo que le tocó vivir. En el caso de la María Antonieta interpretada por Kirsten Dunst en la película hasta luce unas zapatillas Converse moradas. Ambas comparten estos toques anacrónicos que intentan acercar la historia a un público más joven. Junto a Maria Antonieta nos quitó el hipo un joven Jamie Dornan, el amante de la reina.

Opinión de The Great
Hay una escena impactante en The Great, cuando el emperador pone a prueba a su flamante nueva mujer, la futura Catalina, que ya le ha demostrado que es capaz de rebelarse y ponerle en contra a su propia corte. En el segundo episodio celebran la victoria de los rusos frente a los suecos con un insólito postre: a cada comensal le colocan una bandeja con el dulce y una cabeza cortada del enemigo. Nadie se inmuta, mientras Catalina intenta evitar mostrar su perturbación y hasta llega a emular a su esposo sacándole los ojos como si se tratara de un juego común. Hasta llegar aquí (y solo hablamos del segundo episodio) Catalina ha sufrido lo suyo, todo lo inimaginable, especialmente por ser mujer. Cada episodio es un cúmulo sin respiro de anécdotas sobre el el reaccionario emperador, el ego masculino, la estupidez humana, la falta de libre albedrío, el abuso de poder y la crueldad frente a la visión femenina (e idealizada) de esta mujer, que rebosa humanidad, delicadeza y ambición por cambiar las cosas. A diferencia de otras adaptaciones pensadas para los más jóvenes, The Great está hecha también a medida de un público más adulto. No se corta un pelo. Hay violencia macabra, sexo explícito (aunque no se ve ni un desnudo) y comedia en los momentos más inesperados. El espectador transita por los mismos estados de ánimo que la protagonista (una estupendísima Elle Fanning): estupor, rebeldía, resignación, ira, hipocresía… Como el cuento del traje del emperador, todos ríen las gracias del emperador menos ella que le reprocha su miserabilidad. Al otro lado está el guapo Nicholas Hoult, que le infiere al personaje un punto de picardía y desfachatez, pero que no deja de ser un hombre estúpido ("las mujeres no tienen por qué ser felices en el matrimonio"), que pierde el tiempo más en ganarse a la corte que en gobernar un país. Tras la fabulosa puesta en escena The Great se esconde un análisis no solo de la mente humana también de la historia de un país que llegó a ser gobernado por una mujer. Nada que ver con la Helen Mirren de Catalina la Grande, aquí la joven, aunque con las ideas claras ("Quiero creer en una Rusia grande, no lo hago por el odio"), demuestra sus carencias y espíritu pueril. Viene a decir que el propio entorno hizo de ella lo que llegó a ser, que el emperador creó un monstruo. Como ambiciona la propia emperatriz, preguntándose por qué a su marido no se le conoce ningún apodo como sí lo tuvo su venerado padre (Pedro el grande), queremos que esta mujer ascienda, como sea, el fin justifica los medios y nos da igual todo lo demás. La grande acabó siendo ella no su marido y The Great cuenta entre bromas y escenas cruentas una poderosa verdad: no habrá igualdad mientras ellos se comporten como bárbaros, y no hace falta irse al pasado, The Great habla también de la sociedad actual.

"Creo que Dios me ha puesto en esta tierra por una razón, un propósito". "¿Por qué la hizo mujer entonces?", le responde su sirvienta (tan lista como la emperatriz). "Porque debe ser un bromista, supongo".

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