24.11.19

Entrevista. Luis Callejo presenta 'Intemperie': "La dignidad no es para los pobres"

Este fin de semana se ha estrenado Intemperie, de Benito Zambrano, basada en la novela de Jesús Carrasco, sobre un chaval (magnífico Jaime López) que huye de un cacique (Luis Callejo) y es ayudado por un pastor de ovejas (Luis Tosar). Pude hablar con Luis Callejo durante la presentación de la segunda temporada de La peste donde también hace de malo, interpretando al líder mafioso de la Garduña: "Es un tipo tranquilo, pero duro, capaz de quitarse de encima a los tipos que intentan matarle. Cuenta con sus secuaces, que son los violentos". Un poco como en Intemperie.


¿Cómo es tu personaje en Intemperie?
Mi personaje es sobrio, de esos que no se manchan. Mitad que tiene coco, para dar órdenes y pensar las cosas, y mitad violencia que no tiene que usar siempre, no se tiene que revolcar por el suelo. Mírame, soy un hombrecillo, me ponen a hacer cosas que me pregunto cómo no han encontrado a un tío para hacerlo. Mi especialidad son los personajes majos.

¿Cómo definirías esta película que parece un western?
Western ibérico y rural, como decía Benito Zambrano. No es un spaguetti western ni es un intento de copia del americano, parece un subgénero de estos. Tiene lo que tiene un western, pero también es un viaje iniciático. Todo era agreste, minimalista, fue muy chulo: buscó la máxima expresión con los mejores gestos que es lo que me pidió, salía solo. Me he inspirado en el western con protagonistas que miran en plan a la lejanía, primeros planos, de pensar y sin decir nada. Jugar a vaqueros e indios.

La rodasteis en Orce, Granada, ¿por qué?
El productor tiene una casa allí y conoce la zona. No sé si se dio la hambruna por allí, pero el primer resto de persona humana es de allí. Tiene un museo y cuevas que mantienen la temperatura constante. Mucha gente del equipo vivía en cuevas. Los personajes de la película viven allí de forma miserable.

A tu lado, Vicente Romero como tu secuaz…
Vicente Romero es uno de mis secuaces, sí. Soy el capataz, y me encargo de una comarca para que funcione y rendirle después cuentas al señorito. Voy en moto mientras los demás lo hacen en burro o en carromato.

El niño huye del capataz porque sufre abusos sexuales…
Es una historia de abusos sexuales. El niño escapa de mí, y le protege en el camino Luis Tosar. No se ve pero se habla. Estudié Derecho y no sé si es por esto, pero intento ser el abogado defensor del personaje que interpreto. En la novela no está perfilado, simplemente es un tío bestia y ya está. Aquí pasa como con las mujeres maltratadas cuando los maridos dicen que son ellas las que le provocaban, en este caso, el capataz piensa que de qué se queja el niño, con lo que él le he dado. Muy fuerte. La tendencia es mezclar realidad y ficción hasta que coges experiencia. No hay que juzgar, solo haces. He hecho una peli de vaqueros aunque el trasfondo sea ese.

Tú que tienes una larga experiencia como actor, ¿cómo ves la profesión?
Ante todo, dignidad. No mendigar el trabajo. Estamos para ser descubiertos y tener cierto halo de misterio. Es una chulería decirlo. Te ilusionas cuando te ofrecen algo que no está del todo cerrado. Pasa más entre las mujeres, si estás buena pasa, que te ofrezcan algo en futurible. No digo que el tipo que te lo ofrece vaya a abusar de ti, pero te engatusa. Me ha pasado a mí como hombrecillo normal, imagínate, en mi caso atacando al ego. No hay mala fe, pero llaman y te crean una ilusión. Somos pececillos esperando a que nos cojan, en una profesión que hay 90% de paro. La dignidad no es para los pobres, pasa a ser heroicidad.

¿Y la industria?
Hay una evolución. Se intenta hacer star system, se ha copiado todo de EE UU menos los sueldos. En tiempos de crisis paradójicamente es cuando mejor me ha ido.

¿Te gustaría trabajar en una producción de alguna plataforma?
No sé lo que se cobra. Me temo que la proyección que te pueda dar no va acorde. Aunque no lo sé porque no me han llamado de ninguna. El salto con las redes sociales por poco he pasado el corte de tenerlas. Somos valores de bolsa. Raúl Arévalo ('Tarde para la ira') fue quien me puso el sello, y eso es algo en lo que los demás creen que pueden confiar.

¿Es cierto que rechazaste participar en La casa de papel?
Sí, estaba haciendo teatro. Me ofrecieron ser uno de los policías. Me parece una serie muy juvenil. ¿Tú la viste, qué te pareció? Tendré que verla.

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