- Documentales con falso culpable.
Trailer de The Innocent Man
LA SERIE
La miniserie es la adaptación del primer libro de no ficción de John Grisham. Seis episodios en los que se analiza la falsa culpabilidad de dos hombres en Ada, Oklahoma, en los años 80. La violación y asesinato de una joven conmocionó a la comunidad, y, especialmente, los arrestos posteriores de dos amigos que, en realidad, nada tuvieron que ver con el crimen. Dirigidos por Clay Tweel, cuenta con un cameo del propio Grisham, activista de Innocence Project, entrevistas con amigos y familiares de las víctimas e imágenes de vídeo.
La serie también narra en paralelo otro caso muy parecido en el mismo pueblo unos años después, con otros dos hombres y el asesinato de otra joven, dependienta de una tienda. A través de coacciones y con un juicio un tanto raro, los dos hombres fueron condenados por un crimen que no habían cometido.
EL LIBRO
El hombre inocente: una historia real (The Innocent Man: Murder and Injustice in a Small Town) es el primer libro de no ficción escrito por John Grisham, publicado por Doubleday Publishing en 2006 y traducido al español como El proyecto Williamson, por Ediciones B ese mismo año.
Un antiguo aspirante a las ligas mayores de beisbol, Ron Williamson de Ada (Oklahoma) del condado de Pontotoc fue criado en una familia pentecostal por sus padres, Roy Williamson y Juanita (Caldwell) Williamson, junto con sus hermanas, Annette (Williamson) Hudson, que vive en Tulsa (Oklahoma), y Renée (Williamson) Simmons, que reside en Allen (Texas).
EL CASO
La historia comienza con Ron en su pueblo natal. Después de varios intentos fallidos por jugar en las ligas menores de beisbol (se dislocó un hombro) y un gran esfuerzo por parte de sus padres para que así lo lograra, una grave depresión lo conduce a la bebida.
Por otro lado, la mañana del 8 de diciembre de 1982, Debra Carter, una joven de 21 años, camarera del club nocturno Coachlight en Ada, es encontrada golpeada, violada y asesinada en el dormitorio de su apartamento.
La serie también narra en paralelo otro caso muy parecido en el mismo pueblo unos años después, con otros dos hombres y el asesinato de otra joven, dependienta de una tienda. A través de coacciones y con un juicio un tanto raro, los dos hombres fueron condenados por un crimen que no habían cometido.
EL LIBRO
El hombre inocente: una historia real (The Innocent Man: Murder and Injustice in a Small Town) es el primer libro de no ficción escrito por John Grisham, publicado por Doubleday Publishing en 2006 y traducido al español como El proyecto Williamson, por Ediciones B ese mismo año.
Un antiguo aspirante a las ligas mayores de beisbol, Ron Williamson de Ada (Oklahoma) del condado de Pontotoc fue criado en una familia pentecostal por sus padres, Roy Williamson y Juanita (Caldwell) Williamson, junto con sus hermanas, Annette (Williamson) Hudson, que vive en Tulsa (Oklahoma), y Renée (Williamson) Simmons, que reside en Allen (Texas).
EL CASO
La historia comienza con Ron en su pueblo natal. Después de varios intentos fallidos por jugar en las ligas menores de beisbol (se dislocó un hombro) y un gran esfuerzo por parte de sus padres para que así lo lograra, una grave depresión lo conduce a la bebida.
Por otro lado, la mañana del 8 de diciembre de 1982, Debra Carter, una joven de 21 años, camarera del club nocturno Coachlight en Ada, es encontrada golpeada, violada y asesinada en el dormitorio de su apartamento.
Después de años de pistas falsas y una investigación policial llena de errores, en 1988 la policía de Ada logra una acusación contra Ron, junto a su antiguo amigo, Dennis Fritz. Ron fue sentenciado a la pena capital. Fritz fue juzgado por separado y sentenciado a cadena perpetua, ya que la policía y la fiscalía reunieron un menor número de “pruebas” en su contra. Irónicamente la esposa de Fritz había sido asesinada en 1975 (de esto no se habla en la serie), y él se encontraba cuidando y criando a su hija Elizabeth cuando fue arrestado en la casa de su madre.
FIN DEL CASO (CON SPOILERS, CLARO)
Después de cumplir 11 años en el corredor de la muerte, Ron fue exonerado gracias al ADN y al apoyo de Proyecto Inocencia y fue liberado en abril de 1999. También Fritz.
Williamson sufrió daños psicológicos profundos e irreversibles durante su encarcelamiento en el corredor de la muerte. El 22 de septiembre de 1994, faltando cinco días para ser ejecutado, el tribunal suspendió su sentencia, tras presentar una petición de hábeas corpus. Fue tratado de forma intermitente por depresión maníaca, trastornos de personalidad, alcoholismo y esquizofrenia leve. Más tarde se demostró que, efectivamente, estaba mentalmente enfermo y, por lo tanto, no era apto para haber sido juzgado o condenado a muerte en primer lugar. El estado de Oklahoma, la ciudad de Ada y los funcionarios del condado de Pontotoc nunca admitieron ningún error y amenazaron con volver a arrestarlo.
Otro hombre de Ada, Glen Gore, fue finalmente condenado por el crimen el 24 de junio de 2003. Glen Gore fue el que inicialmente señaló a Williamson como posible asesino pues le vio con la joven asesinada en el bar. Fue condenado el 21 de junio de 2006 por el juez Landrith (ya que el jurado no se puso de acuerdo) a cadena perpetua sin libertad condicional.
Williamson y Fritz demandaron y ganaron un acuerdo por una condena injusta de 500,000 dólares en 2003 de la ciudad de Ada, y un acuerdo extrajudicial con el Estado de Oklahoma por una cantidad no revelado. En 2004, a Williamson se le diagnosticó cirrosis hepática y murió el 4 de diciembre de ese año en un asilo de Broken Arrow, en Oklahoma. Fritz regresó a Kansas, donde vive con su hija Elizabeth (a la que no había visto durante su encarcelamiento por petición propia). En 2006, Fritz publicó su propio libro titulado Journey Toward Justice.
El segundo caso sigue abierto. Dos jóvenes admitieron su culpabilidad en un interrogatorio confuso. Confesaron haber secuestrado, violado y asesinado a otra joven, dependienta de una tienda. Un testigo ocular vio a dos hombres con otras características, pero estos sospechosos nunca fueron admitidos como parte de las pruebas para apoyar la defensa. Tiempo después, encontraron el cadáver de la chica. No había sido asesinada a puñaladas como admitieron ni vestía con la ropa que dijeron, pues se lo habían inventado, pero, aún así, no fueron liberados. A día de hoy siguen en la cárcel. La serie logra dar con los sospechosos que no quieren hablar. Uno de ellos está en la cárcel por otro asesinato.
Williamson sufrió daños psicológicos profundos e irreversibles durante su encarcelamiento en el corredor de la muerte. El 22 de septiembre de 1994, faltando cinco días para ser ejecutado, el tribunal suspendió su sentencia, tras presentar una petición de hábeas corpus. Fue tratado de forma intermitente por depresión maníaca, trastornos de personalidad, alcoholismo y esquizofrenia leve. Más tarde se demostró que, efectivamente, estaba mentalmente enfermo y, por lo tanto, no era apto para haber sido juzgado o condenado a muerte en primer lugar. El estado de Oklahoma, la ciudad de Ada y los funcionarios del condado de Pontotoc nunca admitieron ningún error y amenazaron con volver a arrestarlo.
Otro hombre de Ada, Glen Gore, fue finalmente condenado por el crimen el 24 de junio de 2003. Glen Gore fue el que inicialmente señaló a Williamson como posible asesino pues le vio con la joven asesinada en el bar. Fue condenado el 21 de junio de 2006 por el juez Landrith (ya que el jurado no se puso de acuerdo) a cadena perpetua sin libertad condicional.
Williamson y Fritz demandaron y ganaron un acuerdo por una condena injusta de 500,000 dólares en 2003 de la ciudad de Ada, y un acuerdo extrajudicial con el Estado de Oklahoma por una cantidad no revelado. En 2004, a Williamson se le diagnosticó cirrosis hepática y murió el 4 de diciembre de ese año en un asilo de Broken Arrow, en Oklahoma. Fritz regresó a Kansas, donde vive con su hija Elizabeth (a la que no había visto durante su encarcelamiento por petición propia). En 2006, Fritz publicó su propio libro titulado Journey Toward Justice.
El segundo caso sigue abierto. Dos jóvenes admitieron su culpabilidad en un interrogatorio confuso. Confesaron haber secuestrado, violado y asesinado a otra joven, dependienta de una tienda. Un testigo ocular vio a dos hombres con otras características, pero estos sospechosos nunca fueron admitidos como parte de las pruebas para apoyar la defensa. Tiempo después, encontraron el cadáver de la chica. No había sido asesinada a puñaladas como admitieron ni vestía con la ropa que dijeron, pues se lo habían inventado, pero, aún así, no fueron liberados. A día de hoy siguen en la cárcel. La serie logra dar con los sospechosos que no quieren hablar. Uno de ellos está en la cárcel por otro asesinato.
1 comentario:
pero estos sospechosos nunca
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