(opinión del episodio 6x7, Harvest, de The Americans con spoilers)
Mientras tanto Philip también decide saltarse todas las reglas para salvar a la madre de sus hijos. Los Jenning se han perdido por el camino, se han olvidado del amor. Por culpa de Elizabeth, Philip vuelve a matar, a involucrarse, algo que pone en alerta a Stan. No lo olvidemos: seguir a su mujer sin razonar el improvisado movimiento podría costarles la vida. Philip se la ha jugado. Por primera vez, y así lo siento, veo a los Jenning como asesinos fríos y calculadores. No porque maten, si no porque son capaces de descuartizar a una víctima, colega espía. Mientras Elizabeth mira, es su marido el que paciente, con un hacha, corta una mano, y luego la otra, para terminar con la cabeza, que no acaba de separarse del cuerpo. Esta secuencia está hecha a conciencia, para que te sientas como Philip, cómo traga. Después de esto es imposible que vuelva a querer a su mujer como la ha llegado a querer. Philip recuerda el día de su boda, cuando todo parecía más sencillo. No se querían y tenía claro su objetivo. Ahora, sin saber qué siente y sin saber qué hacer con su vida, Philip está hundido. También puede pensar que su mujer nunca le ha querido como él a ella. Dependiendo de lo que sienta, así será cómo actúe.
Elizabeth sin embargo sigue activa. Le da igual haber vivido en primera persona un fracaso y haber puesto a su marido en tal situación. Ella se va a trabajar a casa de la pintora, a la que le debería dar ya la pastilla de cianuro que lleva colgando en el cuello. Elizabeth está obsesionada con lo suyo, le da igual arrastrar a quien sea, hasta que recapacita. Ha pintado la ventanilla del avión, como si subliminalmente quisiera escapar por ella. De ahí que vaya a la agencia a disculparse, sin hacerlo, de su marido, preocupada, poniendole una mano en la cara. Pero la cara de acelga de Philip ya no se la quita nadie. De ahí que después insista a Paige con tomar la decisión correcta. Cree que Philip nunca debió meterse en esto y así se lo hace saber a su hija. Pero Paige es como su madre y el lavado de coco que arrastra es monumental. Que no teme a la muerte, que sólo teme quedarse sola (pues bien no lo está haciendo). Como Paige ha decidido seguir los pasos de mamá, ésta le confiere una nueva misión, entrar en el Gobierno.
Quedan tres episodios para que acabe The Americans. De haber continuado, hubiéramos visto a Paige trabajar con Stan y todo, pero no se va a dar el caso. Las cosas se han precipitado de tal manera que cualquier final es posible. Stan podría descubrir a los Jennings por los bocetos, por alguna pista, pero me encantaría ver un enfrentamiento en frío, no como policía sino como vecino en su casa, pidiéndoles explicaciones a Philip. Philip podría recular y en el último momento vender a su mujer para salvar a sus hijos y a sí mismo. Si la pastilla no acaba con la vida de la pintora, podría acabar con la de cualquiera. Stan querrá venganza por haber matado a dos agentes del FBI, pero no sé hasta qué punto la querrá fría o no. Stan siempre ha sido muy sensato en sus decisiones, una cualidad que siempre me ha encantado en él.
Hay un último maquillaje pelucón compartido (no creo que haya más en pareja) con el que los Jenning parecen decirnos que no llegarán a viejos. Cuando regresan en avión tras la carnicería, parecen ser casi ancianos, con sus canas y todo. Creo que los Jenning nunca llegarán a tener esa edad. Es aventurarse un poco pero si no no se entiende este disfraz tan distinto a los que hemos visto en otras ocasiones.
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