El otro día estuve en la rueda de prensa de Zapeando en su programa número 1.000 y pude hablar con Cristina Pedroche sobre algunos de los temas candentes que podrían tratar en el programa, como los casos de acoso sexual en EE UU, Donald Trump, el conflicto catalán, el juicio por violación de La Manada, las declaraciones de algunos famosos sobre el machismo y el feminismo, su debut en el cine con Santiago Segura, el negocio con su marido David chef de Diverxo… y éste fue el resultado. Cristina Pedroche es de esas celebrities que ganan en las distancias cortas y que me gustan porque dicen (es una máquina de hacer titulaes) y hacen lo que quieren, algo que desgraciadamente escasea. Leer más.
Algunas preguntas que se quedaron fuera del artículo fueron éstas.
¿Icono de qué es Cristina Pedroche?Soy icono de mí misma y de la gente que se ve reflejada en mí. Esa gente que es natural, que hace lo que quiere sin pensar en lo que piensen los demás. Soy icono de la gente valiente. Soy muy pesada cuando me critican, pero si me hago eco de esas críticas es porque quiero que la gente sepa que aunque me critiquen voy a seguir haciendo lo que me dé la gana. Hay millones de caminos pero el que tienes que elegir es el que tú quieras.
¿Te arrepientes de algo en estos cuatro años al frente de Zapeando?(Contesta que no y luego recuerda la entrevista en YoDona). Te puedes equivocar, una frase mal dicha la podemos tener todos. Es cierto también que muchas veces los periodistas estáis entendiendo lo que decimos, pero luego lo escribís de tal manera para que no se entienda y así se nos pueda dar caña. No es necesario y más con un tema tan sensible como es el feminismo. No digo que Paula Echevarría o yo no supiéramos lo que es el feminismo. No, no es verdad. Pero no quiero culpar a mi madre por no saber lo que es exactamente eso. Si algún día tengo un hijo o una hija, yo les sentaré y se lo diré, aunque lleve chupete y no se entere de nada, porque desde pequeños hay que inculcárselo. Es un conocimiento que debe permanecer. A mis primos pequeños los trato igual, sean chico o chica. Si compro una muñeca, le compro una muñeca a cada uno. O una pelota. O unas zapatillas de correr. Daniela se quiere apuntar a ballet, pues Hugo también va a ballet. El concepto éste de que las chicas sólo hacen cosas finas… o que si vamos a comprar, ella no lleva las bolsas… ¿Y por qué no, qué tontería es ésa? Daniela puede llevar las bolsas como Hugo. Ella es más pequeña, porque él le saca cinco años, pero puede ayudar, quitar la mesa y todo. He sido muy afortunada porque he crecido en una familia muy feminista, en la que mi madre y mi padre hacían los dos lo mismo. La que menos hacía era yo [risas]. No era una cuestión de género, es que yo en mi casa era vaga. No recogía las cosas hasta que me ido a vivir sola. Si no lo hago yo quien lo va a hacer.
¿Con un marido cocinero una se pelea porque la pizza lleve o no piña?Solemos cenar pizza los domingos y lunes y a mí no me gusta las pizzas que pide él porque la pide con muchos ingredientes y a mí me gusta la pizza con más masa. Me dice que la pida yo a mi gusto, pero siempre acaba pidiéndola él [risas]. O si no hamburguesas del New York Burger, la mejor carne que hay. Pedimos que lo traigan a casa cuando llegamos tan tarde de Londres [donde abrieron otro restaurante].
¿Cómo se lleva el ser una de las reinas en España de las redes sociales?Por eso soy tan pesada, porque quiero que les llegue a todo el mundo las cosas positivas, como el deporte. “Es que ahora estás más delgada”, me dicen. No es porque de repente tenga mejor genética, es que me machaco en el gimnasio, como de puta madre y me lo curro. “¿Por qué te va tan bien en la tele?”. Porque me lo curro, porque cada día quiero ser la mejor. ¿Por qué das entrevistas? Porque me lo curro, porque si te dicen que vas a tener cinco minutos, yo doy quince. Quiero que el entrevistador se quede con la mejor parte y me entienda, para que cuando lo escriba, lo escriba entendiéndome. No soy de los que dice: “Yo de este tema no hablo”. Yo hablo de todo, sabré más o menos, podré dar una visión más precisa o menos, pero hay que hablar de todo y no hay que tener miedo a equivocarse. Nos vamos a caer millones de veces, lo importante es lo rápido que te levantes.
Pero, ¿cómo gestionas a los que te odian en el mundo virtual, quién es para ti un hater?Para mí el hater es esa gente muy triste que no necesita que le insultemos si no que le abracemos. A esa conclusión he llegado porque cuando mi abuela estaba a punto de fallecer, hace casi cuatro años, subí una foto dándole la mano. Mi abuela había sido una mujer con muy buena salud y en tres meses el cáncer se la comió. Para mí, mi abuela era mi segunda madre, por no decir mi madre. Subí la foto y un chico me puso: “Ojalá se muera la puta de tu abuela”. En ese momento le quería matar, le quería odiar. Quería investigar quién era, me dije: “Le voy a denunciar”. Y luego lo piensas con calma y te preguntas qué tiene que tener ese chico dentro para desear ese mal. Una persona te puede caer mejor o peor, como Donald Trump que ha hecho cosas que están muy mal, aunque no se me ocurriría ponerle un tuit a Donald Trump, la verdad [risas]. Pero yo que soy una persona que en ese momento ni existía la polémica de las campanadas ni estaba casada ni nada. Era una persona que hacía humor en televisión sin más. ¿Cómo me puedes desear algo así? Pensé: “Este chico necesita un abrazo”. Y a partir de ahí, como este chico van a venir millones, así que mejor no contestar a esta gente que muchas veces lo que quieren es tener ese minuto de gloria. Si alguna vez me he hecho eco de alguno de estos comentarios haciendo una captura ha sido porque me ha parecido muy fuerte y así le doy la vuelta para que la gente aprenda que eso no se dice y que me da igual, que yo, más. ¿Que no soy sexy? Pues toma. Ser sexy es una actitud. No me pueden decir que no soy sexy por llevar un vestido rosa, por favor, qué absurdo…
Sobre que David, tu marido, le pague las cenas en Diverxo añadió…
Cuando vino a visitarme por Pekin Express yo le tuve que pagar el billete de avión porque él no tenía dinero en la cuenta [risas] Tener tres estrellas es muy bonito y es muy guay, pero que la gente sepa que David es un puto currante. Las dos personas más currantes que conozco son mi madre y él. David jamás ha trabajado por dinero, ha trabajado por ilusión y por ser el mejor. Es guay y es guay contarlo. Yo me enamoré de ese David y de ese David sigo enamorada cada día, aunque me joda no tener más tiempo libre para estar con él. Pero si quieres ser el número uno tiene que ser así y tiene que estar todos los días cocinando, y todos los días manchado. Hay gente que va a Diverxo y dice que está sucio. ¿Cómo quieres que cocine? Esperan que esté allí guapo, con su cresta recién peinada y “mono”. Si quiere una foto, señora, tiene que ser con las manos sucias. Pero, vamos, que digan que me lo paga David como si fuera tonta, como si yo no trabajara… por favor, si no paro… Leer más.
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