Carmen se va al Norte, ¿cómo es el cambio lejos de tu madre Carmina?
La rubia se nos va con la cuadrilla… (risas). Hace más frío, la gente tiene otro carácter, se siente fuera del plato, va a buscar trabajo, intentará ser independiente, va a luchar por amor, y creo que lo superará todo con el salero que la caracteriza. Y de mi madre nunca me alejo, hablo con ella sesenta veces al día (risas). Sabe lo que como, dónde duermo… Ten en cuenta que estamos todo el día viajando. Por suerte, tengo más vida en el AVE que en mi propia casa. A la Carmina la voy a tener cerca por igual.
Muchas series acaban en su tercera temporada, ¿temes la cancelación?
También me dijeron que ganar el Goya a actriz revelación sería una maldición y mira, he seguido trabajando y he estado nominada dos veces más. No me creo nada de eso. Tenemos que seguir siendo lo que somos y no querer ser otra cosa, creo que ése es el secreto de nuestro éxito. Para hacer otro tipo de series hace falta el doble de dinero y de tiempo.
¿Por qué crees que, a veces, no se valora la ficción española?
Películas como Cuerpo de élite u Ocho apellidos vascos han sido un exitazo. A este país le gusta ese tono de comedia. No entiendo por qué criticamos lo que somos si hacemos un trabajo estupendo. Tenemos muy buen cine y no se defiende: ¿cómo opinas si no lo has visto? No vamos a meter una comedia inglesa porque no la va a entender nadie. La gente va a decir: “Vengo de trabajar para que tú me descubras mis chistes”. Lo que la gente quiere es que les hagamos reír, y punto.
Inviertes seis meses rodando Allí abajo, ¿has tenido que rechazar algún proyecto?
Aunque hay películas a las que he tenido que decir que no, siempre digo que por suerte tengo seis meses de trabajo seguidos, porque en esta profesión nunca se sabe. He podido compaginar la serie con el rodaje de El móvil, de Martín Cuenca. Va a ser muy especial. Dije que era comedia oscureta, pero el director me dijo que estaba equivocada, así que a saber. Cambiar a un personaje dramático me viene bien para renovarme. La comedia agota, tienes que tener la energía de un niño.
Tu personaje entra a trabajar con un ginecólogo, ¿hablamos de maternidad?
No por el hecho de estar en un ginecólogo te quedas preñada (risas), aunque están en ello. Son recién casados y no están peleados: la buhardilla la están usando (risas). ¿Si me veo como madre? Como siga así voy a tener que pedir un descanso, aunque sí es verdad que hay actrices como Amaia Salamanca que lo compaginan. Ole ella, pero no todas tenemos el mismo dinero que su marido. Si me quedase embarazada seguiría trabajando. Y mi madre Carmina estaría encantada: la veo secuestrando a su nieto. Tendría que llorarle para que me dejara al niño.
[Entrevista publicada en Cinemanía, febrero 2017]
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