Titus Burgess es un robaescenas de cuidado. Ha ido ganando en cada temporada de Unbreakable Kimmy Schmidt. Rescato esta entrevista a raiz de la segunda entrega (ya se ha emitido la tercera en Netflix).
La Kimmy Schmidt del título (Ellie Kemper) es el cliché más divertido de
manic pixie dream girl y Tituss Burgess, que interpreta a su estiloso
compañero de piso gay, Titus Andromedon, un robaescenas de cuidado. En
la segunda temporada de la disparatada serie de Netflix, más surrealismo
non stop (con nuevos temazos musicales incluidos) con este comediante
en estado puro que recibe a la prensa en París cual diva de Broadway
sentado en un butacón, con los pies descalzos y tapado con una manta.
No
hace falta haber pasado 15 años en un búnker como la naíf Kimmy para
sentirse atrapado por el pasado. La pesadilla de Titus es su (¡oh sí!)
ex mujer (su aparición fue el gran cliffhanger de la primera entrega), a
la que abandonó. Superar aquello le llevará a ser otra persona. “Me
resultó extraño ver cómo sus sentimientos pasan a un segundo plano”,
comenta de su cínico personaje, con el que, confiesa, no podría
convivir: “Es lo peor. Aunque sepa que no lleva razón, él continúa
haciendo de las suyas, y eso es algo con lo que no puedo”.
¿Y cuál sería
su roommate ideal? “Meryl Streep, me encanta que no se tome en serio,
le gustan los musicales como a mí”. Porque entre sus hobbies está el
coleccionar antologías de musicales. “El amor por el teatro y el sentido
del humor es lo que me une a mi personaje, pero yo soy más introvertido
que él”. ¿Y cómo es dejarse querer por un obrero de la construcción,
todo sentimiento, mostrar por fin vulnerabilidad? “Mi historia de amor
da una imagen diferente de Titus. A pesar de que la serie es comedia
alocada, le hemos puesto un punto emotivo importante. Él no siempre fue
así de insensible”.
Pero no te dejes engañar porque, como el propio
actor afirma, esta segunda temporada “es más divertida que la primera”.
No sólo su álter ego, Titus, toma más protagonismo, es que regresan sus
canciones. Si en la primera entrega lo petó con el videoclip Peeno Noir
(“una oda al pene negro”) del sexto episodio (“Peeno noir, you’re a star
/ listen to Tom Berenger / Roseanne Barr / Peeno noir! / Au revoir”),
ahora, como en las películas Disney, Titus canta, nervioso, porque está
enamorado. No sólo eso. También dona la ropa que ha dejado de ponerse en
un intento por dejar atrás su antigua vida (“Su súperpoder es el
sentido que tiene de la moda”).
Si en la ficción sorprende este
ingenioso cambio de registro (el sofisticado e impertinente Titus
resulta más enigmático cuando nos abre su corazoncito), tampoco se queda
atrás el polifacético actor. Fan de Penny Dreadful (quién lo diría),
tras el éxito viral de Peeno Noir lanzó su propia marca de vino, Pinot
by Tituss. ¿Lo próximo? Le ha puesto voz a Photog, el cerdo fotógrafo de
la película Angry Birds.
[Entrevista publicada en Cinemanía, junio 2016]
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