El mundo loco, loco, loco de Matt es el episodio 3x5 de The Leftovers y hace referencia al título de la película de 1963, dirigida por Stanley Kramer, con Spencer Tracy. Sin embargo, vuelve a perderse el punto gracioso del título en inglés: It's a Matt, Matt, Matt, Matt World, un juego de palabras que alude al cura y el loco mundo en el que se ve envuelto. En este episodio no sale Kevin ni Nora (y yo los echo en falta).
Episodio 3x1
Episodio 3x2
Episodio 3x3
Episodio 3x4
(a partir de aquí con spoilers)
EL SUBMARINO
En la intro escuchamos hablar en francés. Dentro de un submarino, uno de los marinos se queda en pelotas, se encierra en una de las cámaras y activa como si de un ballet se tratara el mecanismo por el que lanza una bomba nuclear. Como todo en The Leftovers. esta secuencia es frenética y sorprendente, con la música a elevado volumen (suena Charles Aznavour, Je ne peux pas rentrer chez moi). Que aparezca desnudo completamente puede tener cierto paralelismo con el episodio 2x5 en el que Matt se desnudaba también.
EL AVIÓN
La obsesión de Matt el cura por encontrar a Kevin no tiene límites. Con la ayuda de un piloto (Benito Martinez, otro fichaje de American Crime) vuela a Melbourne (junto a Laurie, la ex de Kevin, su novio y su hijastro), aunque nunca llegarán por culpa de la explosión anterior, aterrizando en Tasmania. Cuando discuten en la avioneta si Kevin o no es el elegido, ésta se tambalea y me acuerdo de Perdidos (ay, Damon Lindelof, vaya trauma nos creaste). Laurie asegura que no puede ser el nuevo Jesús porque Kevin caga cuatro veces al día. LOL
EL BARCO
Seguimos con todos los medios de transporte habidos y por haber. La única opción para llegar a Melbourne es en el barco del sexo (que no el barco del amor de Vacaciones en el mar) que se ha montado un grupo, en plan Sodoma y Gomorra, lo que le faltaba al cura. Este grupo idealiza a un león llamado Frasier, como la serie (que existió de verdad), que montó a un buen número de leonas que habían dejado de tener cachorros, logrando que tuviera descendencia. Uno de aquellos leones viaja también con ellos. Toda esta trama estrafalaria es para poner en jaque al cura. Sin embargo, sorprende que haga un chiste comparando una espinilla con un cura, bastante grotesco y sucio.
EL OTRO DIOS
Un misterioso tipo con una gorra roja, David Burton, y que lee a Louis L’Amour, empuja a otro al que hace caer al agua. Como el cura tiene tiempo libre, se obsesiona también con este pollo, del que se dice que resucitó, como Kevin. El nombre de David Burton se escuchaba ya en el primer episodio de la serie, cuando contaban cómo había "resucitado" dentro de una cueva, algo que vuelve a contarle a Matt, pero con sorna.
Matt no ceja en su empeño por enfrentarse a él, por haber matado a este hombre (al resto del barco se la suda haber perdido a uno de los suyos). Contra todo pronóstico, Matt, al que le ha vuelto el cáncer que lo está matando, queda embobado por sus palabras, cree en él. El dios de la gorra le dice que le ha salvado de su cáncer y bla, bla, bla. Matt cree ciegamente en dios porque enfermó cuando era pequeño y al rezarle, dice, fue salvado. Sin embargo, ahora, se siente solo, indefenso y, por un momento, es como si no hubiera esperanza en él. Al atracar, dejan escapar al león enjaulado que, efectivamente, se come al de la gorra, que iba a ser detenido por la policía por el asesinato del tipo del barco. Justicia poética. No era dios. Y Matt parece alegrarse de su muerte.
Claves de la primera temporada
Claves de la segunda temporada
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