Sean Connery popularizó al espía británico creado por Ian Fleming tras la mítica frase: "Bond, James Bond". Elegante e impecable siempre, Daniel Craig ha sido el último en desplegar sus armas de seducción. Ahora toca buscar al actor que dé vida al agente 007 en la que será su película número 25.
Mientras tanto, un libro editado por Taschen, lo reúne absolutamente todo del fenómeno, con fotografías, storyboards, pósters y entrevistas inéditas. De las muchas anécdotas que recoge este magnífico volumen hemos seleccionado cinco curiosidades sobre el estilismo que posiblemente no sepas de la saga del agente 007.
En el libro en el que se basa la primera película de Bond con Sean Connery, Agente 007 contra el Dr. No (1962), la primera chica Bond aparece completamente desnuda, con un cuchillo de caza en una funda de cuero. Entre las fotografías de las candidatas, apareció la de Ursula Andress, saliendo del agua y con la camiseta mojada, lo que le hacía una silueta perfecta. La casualidad quiso que la escogieran. “Había posado exactamente tal y como el guión la había dibujado”.
Una de las escenas más míticas es ésta de James Bond contra Goldfinger (1964) en la que Shirley Eaton aparece completamente recubierta de oro. En realidad, descartaron el preciado material por su elevado coste y porque no se adhería bien al cuerpo. Tardaron hora y media en aplicarle la pintura con una brocha, excepto en la parte delantera, para que pudiera respirar sin complicación.
“Me colocaron dos pequeños conos en los pechos por pudor”.
Los productores se habían imaginado una pelea entre James Bond y dos matones, pero decidieron cambiar a los villanos por dos mujeres en Diamantes para la eternidad (1971). Una de ellas, Trina Parks, se convertiría así en la primera chica Bond negra al interpretar a la asesina letal Thumper, vestida con un escueto bikini. No sólo eso, conseguía derribar al implacable 007 de una patada y salir airosa de aquello.
Un gorro tuvo la culpa
En Vive y deja morir (1973) Roger Moore se convierte en el nuevo agente 007, menos seductor que Connery pero más ocurrente. Jane Seymour, la futura doctora Quinn, consiguió el papel protagonista, el de la pitonisa Solitaire, gracias a un gorro de piel. Al llegar a la prueba lo llevaba puesto, al quitárselo y dejar que la melena cayera sobre sus hombros los productores supieron que hechizaría hasta al mismísimo espía.
Escenas eliminadas
Es una pena que en Alta tensión (1987), la primera película con Timothy Dalton, se quedase en la sala de montaje una larga secuencia en la que Kara (Maryam d’Abo) iba de compras “a lo Ninotchka”. El personaje necesitaba atuendos típicamente occidentales, como el vestido diseñado por Emma Porteous.
Goldeneye (1995), el primer filme con Pierce Brosnan, cuenta con la primera chica Bond que aparece “hecha unos zorros”, según las propias palabras de Izabella Scorupco que interpretó a Natalya, la experta en informática. Redefinió la concepción original de chica Bond y la mostró para el público de los 90 como una mujer más vulnerable. En las fotos de promoción, eso sí, luce igual de impactante que sus compañeras.
Un villano con acento español (y teñido)
En la penúltima película de la saga, Skyfall (2012), la némesis de Daniel Craig fue nada menos que Javier Bardem, que se metió en el personaje del traicionado Silva porque, según él, “mostraba a la persona que subyace tras el villano”. El actor español tuvo que teñirse el pelo de rubio.
Los archivos de James Bond, editado por Taschen, sale a la venta en diciembre en una nueva edición, al precio de 49,99€ .
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