Tras
Gravity e
Interstellar llega The Martian (Marte), de la que ya comenté
su trailer. Como en la primera con Sandra Bullock,
Matt Damon se encontrará solo en el espacio, al contrario que la segunda no le busques ningún sentido espiritual al filme. Damon, como le ocurría al
náufrago Tom Hanks, sobrevive a una muerte segura gracias a su ingenio y conocimientos (sí, un
Robinson Crusoe del espacio). Abandonado a su suerte en Marte, dependerá de un grupo de personas que, desde la Tierra y también en el espacio, le pueden ayudar a volver a casa. Lo mejor de la película de
Ridley Scott es que parece que nos estén contando una historia real, te convences de que podría suceder. Matt Damon borda un personaje que graba sus monólogos para dejar constancia de sus progresos, que no se da por vencido, a pesar de que vayan pasando los días y la lucha por la supervivencia parezca eternizarse. Su personaje no sólo conserva la esperanza, también la cordura, lo que es bastante importante. Y el sentido del humor. Marte es una película que habla de un héroe, sí, pero también de ese séquito, del equipo, que hace posible que este hombre pueda seguir respirando. Los secundarios observan, analizan la situación, deciden… y me parece interesante cómo van encajando los conocimientos de los jefazos de la NASA con los de otros novatos que resulta no serlo tanto. Hay un par de escenas que causan cierta angustia, pero, como en Náufrago, se respira tranquilidad. Aunque Marte es el planeta de la guerra, aquí impera la paz
y el instinto de los astronautas. Marte es una peli para disfrutar del cine de aventuras ambientado en el espacio. Un peliculón.
Marte (The Martian) se estrena en España el 16 de octubre.
*Para acompañar a esta película, aconsejo Naves misteriosas (1972, Silent Running), de Douglas Trumbull. En esta peli de ciencia ficción, Bruce Dern es un el botánico Freeman Lowell, que vive en una especie de nave diseñada especialmente para salvaguardar las plantas (la floresta lo llama) y tiene un enorme anuncio de American Airlines. Lowell es un amante de la naturaleza, suena música de Joan Baez y cuenta con la ayuda de unos simpáticos robots que andan como chimpancés. En un momento dado también deberá sobrevivir solo en el espacio.
Actualizo: me chifla el guiño a
El Principito en la portada del suplemento Metrópoli de El Mundo. "El Marcianito".
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