La banda sonora de una posesión, ¿cómo sería? El guionista y director de
El exorcismo de Emily Rose y
Sinister nos da la respuesta en Líbranos del mal. Lo
último que te esperas es que ésta esté compuesta por canciones de
los Doors. La celebración del lagarto acapara la atención, también las
insustanciales conversaciones entre el poli neoyorquino
(Eric Bana) y un inusual sacerdote (
Édgar Ramírez), dejando en un segundo plano los ansiados golpes de terror. Con
alguna escena tensa –el zoológico, las alucinaciones– prevalecen, sin
embargo, esas situaciones de relleno que frenan el ritmo (la mujer del poli –
Olivia Munn–, los guiños a las buddy movies –
Joel McHale–). Que
Sean Harris
parezca
Tiburón y tarde en aparecer más de lo habitual confirma que las
historias basadas en hechos reales no siempre son las que más miedo nos
dan
[Crítica publicada en Cinemanía septiembre]
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