10.1.19

Los Soprano, 20 años de la serie que lo cambió todo

(subida originalmente 18.6.14)

Hombres fuera de serie, de Brett Martin, libro editado por Ariel que deberíais leer ya. En sus primeros capítulos habla, cómo no, de Los Soprano, de sus antecedentes y del por qué de su triunfo. Esta entrada está dedicada a Los Soprano, la serie mejor escrita de todos los tiempos, mi serie de televisión favorita y de la que hablé por primera vez en 2006. Para los que prefieran The Wire, me quedo con esta frase de Suits 3x4: "Antes de ver The Wire, hay que ver Los Soprano".

¿Quién era David Chase. el creador de Los Soprano? Sus héroes era los cineastas de la Nouvelle Vague y los norteamericanos de los 70. Quería hacer películas. “Showrunner suena a moto acuática”, decía. Único hijo de una familia de italianos apellidada DeCesare, el alter ego de su madre Norma sería encarnada en la serie por Nancy Marchand (Livia Soprano). La frustración de su padre le valió para Tony, que iba a llamarse Tommy Soprano. "Godard decía que era suficiente con una chica y una pistola, me quedé con esa idea". El mejor momento de su vida, dice, fue en San Francisco en 2001 con unos amigos puestos de ácido. Recuerda a ese Tony colocado de mescalina en el desierto de Nevada. Chase fue ayudante de dirección de pelis porno soft, tocaba la batería. Todo se basaba en la historia y los personajes, pensaba como dijo Fellini, que las historias eran una chorrada de Hollywood, pero cambió su percepción. Escribió guiones a finales de los 70 para Jim Rockford. "El héroe puede hacer muchas cosas malas siempre que sea el tipo más listo de la habitación". Rockford (James Garner) era un antecesor de Tony. Dotaba de psicología complicada a los personajes, personajes que no saben cómo expresar lo que sienten. Luego llegaría Almost Grown en 1988. En 1993 Chase se convirtió en showrunner de Doctor en Alaska. "Lo hice por dinero, es la única vez que lo he hecho", dijo. New Jersey se convirtió en una musa para Chase. Acudía a terapeutas. Y la chispa para inventar Los Soprano fue cuando su madre Norma murió en 1992. Se sentó y escribió el germen de la serie.

“Madre e hijo de la mafia; el padre muere. Junior asume el mando. Su único rival es la madre. La antigua víctima se convierte en la tocapelotas asesina que siempre fue. Debe matarlo o viceversa (o tal vez debería meterla en un asilo)”. Éstas fueron las primeras líneas que David Chase, al que habían sugerido hacer El Padrino en televisión, escribió de Los Soprano, la serie que transformaría la televisión. Pensó en principio que sería una comedia. La línea del episodio piloto: "Ultimamente tengo la sensación de que llego al final de todo, cuando lo mejor ya ha acabado”.

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Aunque hoy parezca increíble, ninguna cadena estaba interesada en el proyecto. Si HBO no hubiera comprado su idea, posiblemente Chase habría rodado Millennium, un spin-off de Expediente X para FOX. Inimaginable. ¿Cómo decir que sí a una serie en la que el protagonista es un delincuente, en la que Nueva Jersey –la musa de Chase– es un personaje? Como comentó el propio James Gandolfini: “No se trataba de cuatro mujeres guapas en Manhattan [por Sexo en Nueva York]. Era un grupo de tíos gordos de Nueva Jersey”. Tony se iba a llamar Tommy y la primera elección de Chase fue Steven Van Zandt, que acabó siendo Silvio, la mano derecha del capo. A Chase no le convencía Gandolfini (“un grano en el culo en el plató”) y hasta el título (demasiado musical) peligró: a punto estuvo de llamarse Padre de familia. El piloto de Los Soprano se rodó durante dos semanas en el verano de 1997. Cuando acabaron, el siempre pesimista Chase se dirigió al equipo diciéndoles: “Habéis estado geniales, ha sido divertido, pero esto no lo verá nadie”.

La HBO tardó casi dos meses en dar el visto bueno al piloto. Chase, que realmente siempre soñó con hacer una película, quería algo tan bueno como El Padrino y amenazó: “Si no funciona, dejo el negocio”. Pero pudieron rodar los 13 episodios sin presiones, acabando la primera temporada en noviembre de 1998 y estrenando el piloto en enero de 1999. ¿Moraleja? El sueño americano podía ser una empresa criminal, el horror de los suburbios.
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“Un hombre a la antigua usanza, que coge lo que quiere, un seductor objeto de fantasías en un mundo postfeminista”, comenta Brett Martin en Hombres fuera de serie, editado por Ariel. Desde entonces “la noche del domingo se convirtió en una fiesta nacional”. Hasta los créditos marcaron una pauta. Como explica Martin, al final de ese túnel parecía haber luz, pero, ¡malas noticias! estabas en New Jersey.

¿Y cómo le afectó a Gandolfini ser Tony Soprano? A James Gandolfini interpretar a Tony le requería ser siempre Tony. Inteligente e intuitivo solía gruñir y maldecir entre escena y escena, mientras mantenía su grueso albornoz, como si fuera un oso doméstico. La mujer de Gandolfini, en una demanda de 2002, ya finalizada la serie, alegó problemas con drogas y alcohol, y peleas en las que Gandolfini se golpeaba la cara frustrado. Se golpeaba la nuca cuando no recordaba los diálogos. Sufría ataques pasivo-agresivos. Se negaba de forma repentina a trabajar, luego volvía con regalos extravagantes para compensar, como sushi o masajes. 

Con el estreno de Los Soprano se demostró, entre otras cosas, que habían sido los anunciantes y no los espectadores los contrarios a este tipo de personajes complejos. Los índices dejaron de ser sagrados, importaba la marca. Y así nacieron los antihéroes a los que ahora estamos acostumbrados. Y fue en concreto un episodio de Los Soprano el que marcó una nueva realidad televisiva. En Universidad, Tony estrangula a un tipo hasta matarlo, mientras lleva a su hija a visitar universidades. “¡Vamos a perder audiencia!”, le dijeron a Chase. No sólo ganó un Emmy al mejor guión sino que creó escuela.  


Los Soprano cumple 20 años el 10 de enero de 2019 (HILO en Twitter)

1 comentario:

Augusto Faroni dijo...

Leído está, el libro. Una pequeña Biblia de esta Edad de Oro de la televisión. Su título alternativo: "Todo lo que usted siempre quiso saber acerca de Los Soprano, de The Wire o de Breaking Bad, y siempre se atrevió a preguntar, pero nadie le respondió".
Es a la TV lo que "Moteros tranquilos, toros salvajes" lo fue al cine de los años 70. Un manual para adictos a la ficción.