20.6.14

Critica Yo, Frankenstein, de Stuart Beattie, con Aaron Eckhart

(subida originalmente el 29.04)
El director Stuart Beattie debutó en 2010 con Mañana, cuando la guerra empiece. Éste es su segundo largo (como guionista tiene más bagage, suyo es el guión de la magnífica 30 días de oscuridad, por ejemplo, o Piratas del Caribe) y vuelve a reincidir en una guerra, la que enfrenta a demonios contra gárgolas en un futuro extraño, en el que el monstruo de Frankenstein es una especie de Bruce Lee con la belleza (y cuerpazo) de Aaron Eckhart. Mientras los demonios son malísimos y urden un maquiavélico plan, las gárgolas son buenas y ayudan a Adam, que es como se llama la criatura, a impedir que los demonios acaben con la humanidad. El planteamiento es muy básico, por eso hay que fijarse en detalles que resultan más llamativos. Los efectos especiales están muy bien, especialmente las gárgolas, que pasan de ser piedra, a volar, para posarse convirtiendo sus alas en elegantes capas con capucha, transformándose en hombres y mujeres. Esta recreación es lo mejor de Yo, Frankenstein. Los demonios están más vistos y me recuerdan a un cruce entre los de la serie Angel y los extraterrestres de Alien Nacion, especialmente la reina de las gárgolas, interpretada, extrañísimo, por Miranda Otto (Rake), que parece sacada de El señor de los anillos con unos ropajes a lo Galadriel. También es peculiar la elección del gran villano: Bill Nighy, al que siempre asocio con la comedia, pero está aquí, digo yo, por Underworld (2003), con la que comparte la ambientación y algo más, como a su guionista, Kevin Grevioux, autor de la novela gráfica en la que se basa, que, por cierto, tiene un pequeño papel como demonio trajeado. Como si de la Gwyneth Paltrow de Iron Man se tratara, Yvonne Strahovski (Dexter) es la mujer a la sombra, la que ayuda y cuida de la criatura, una científica que podría haber dado más de sí, pero que puede presumir, sin embargo, de la mejor frase de la película, cuando le dice a Adam que sólo será un monstruo si se comporta como tal. Un poco a lo Bella y Bestia style. En cuanto a Aaron Eckhart, me ha sorprendido que pueda ser un actor de acción, que lucha cuerpo a cuerpo y protagoniza escenas peligrosas. Jugando con las claves del cómic y de las historias de monstruos y leyendas (el diario del doctor Frankenstein anda por ahí), Yo, Frankenstein podría convertirse en saga, de hecho, mientras la veía me imaginaba hasta una serie, pero, aunque goza de buenos efectos especiales y de algunas secuencias muy potentes, es sólo eso, cine de acción, donde la intrahistoria, la metáfora, es demasiado obvia. El monstruo se siente solo, y aprende que mejor solo, que mal acompañado. O algo así. No vería la secuela. Yo, Frankenstein se estrena en España el 20 de junio.

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