Piloto The Blacklist, otro Hannibal, no, aunque sea James Spader

Entre tanto piloto, llegó la hora de descartar algunas series por absoluta pereza. Comienza The Blacklist, de la NBC, con una imagen en la que James Spader, un fugitivo del FBI, espera a una agente del FBI (Megan Boone) dentro de una celda acristalada. El tipo parece ser de lo más peligroso, es calvo, mira fijamente, hace sus chistes propios, se sabe la vida de la poli novata, lo que la mosquea, y parece ser la clave para desentrañar un atentado terrorista.

Por si fuera poco (¿hola, Hannibal?), vemos a Spader a la mesa, comiendo solo, de forma ceremonial, con su copa de vino y su mantel blanco. Vamos a ver, no es que esto ya exista con la película, es que tenemos en serie a la misma Hannibal con el papelazo que hace Mads Mikkelsen. Spader que no está tan grueso (e irreconocible) como en Lincoln, pero su cara sigue estando abotargada, y encima aparece más adelante con un sombrero de ala ancha y gabardina. ¡Joder! Entonces, ¿a cuento de qué se embarca Spader en una tomadura de pelo como ésta? No digo que sea ni buena ni mala, digo que es una serie que se engloba entre las que dan pereza. ¿Qué significa esto? Que a mi pesar porque quiero ver a James Spader en la tele (The Office me supo a poco) no veré The Blacklist porque sé que no me va a aportar nada. Huele a ratos a Homeland, lo que aún pica más porque otro de los polis es Diego Klattenhoff, el pelirrojo amante de la mujer de Brody. Y encima el personaje de Spader se llama Red. Pobre mentalista... En fin.