Piloto. The New Normal: la adopción gay según el creador de Glee

Cuando hablé en los upfronts de The New Normal tenía mis dudas por el tema en cuestión: una pareja de gays adopta un bebé a través de una madre de alquiler. ¿Una especie de spin-off de los gays de Modern Family? El creador es Ryan Murphy (Glee) que ha confesado que The New Normal es en muchos aspectos autobiográfica (el gay más loca lleva su misma gorra). Murphy ha dado un pasito más por la normalización de las familias modernas. Lo que nos cuenta no es que sea moderno, como en Modern Family, es que ya es lo más normal. Si unos gays quieren ser papás no les queda otra. "La anormalidad es la nueva normalidad". Y ojo que le ayuda Allison Adler, mujer de Sara Gilbert, la que fuera Darlene la hija de Roseanne, abiertamente lesbiana y con niños por inseminación artificial.

La locaza con la gorra de Ryan Murphy, ¿autobiográfico?

A la locaza fashionista (el que se peina en la foto que podría ser el Kurt de Glee de mayor, Andrew Rannells) y al gay más varonil (el que se afeita la barba, Justin Bartha) se les une la madre de alquiler (Georgia King), una ingenua pueblerina que comienza una nueva vida cuando su novio le pone los cuernos (algo muy manido ya, ¿no). Y aquí empieza el lío, porque la futura mamá ya tiene una hija de otra relación (Bebe Wood), una niña gafapasta estilo Pequeña Miss Sunshine que, una vez más, resulta ser más madura que su progenitora. ¿Por qué quiere ser madre de alquiler? Parece que por pura frustración: necesita el dinero ya que con él podría convertirse en la nueva Alicia Florrick, dice, ya que quiere ser abogada como la prota de The Good Wife y "vestir esos caros trajes, pero sin el marido deshonrado".

Además se siente sola, sin rumbo y le quiere dar en los morros a su nana, una Ellen Barkin que es el vivo retrato de la fascista, xenófoba y racista madre de Arrested Development (aunque no le da al drinking). A este grupo variopinto se une el personaje no-blanco de turno, interpretado por una negra estereotipada (se llama a sí misma dragqueen), Nene Leakes, que es como la Donna de Parks and Recreation, igual de fashionista, pero con menos peso.

En el piloto se nos cuenta todo esto y me queda la duda de si en sucesivos episodios Murphy tirará de gags y secuencias ya usadas en Modern Family. Todo se parece demasiado, en eso me entra la duda. Pero he de reconocer que la pareja de gays está muy bien (se besan en el piloto quitándole el hierro que tuvo el mismo asunto con Cam y Mitchell) y la villana Ellen Barkin, también.

Extra. Cameo de Gwyneth Paltrow que se ofrece como madre de alquiler, aunque dice no ser la actriz, sino alguien que se le parece. Los chicos se lanzan a llamarla por teléfono. La actriz sorprendió en Glee, punto para Ryan Murphy.

Guiños fashionistas

Los Louboutin a escena!

La negra trabaja para el gay locaza por un sueldo suponemos excesivo porque gracias a él se da sus caprichos, tema que confiesa sin pudor alguno. De hecho la conocemos cuando le enseña unos Louboutin, mientras le explica: "¿Te gustan? Me los compraste por mi cumpleaños la semana pasada".

El gay loca se va de compras y le vemos frente al espejo preguntando al vendedor: "¿Estás seguro de que no parezco Mary Tyler Moore con estos?" (en referencia a la prota de la serie La chica de la tele). Por eso, cuando le propone a su chico ser padres, le dice el otro: "¿Sabes que no puedes devolver un bebé a Barneys?". Éste es el tono.

Actualizo: he visto varios episodios más y la serie navega entre el drama y la comedia. Hay episodios muy emotivos (como el 1x3), pero siempre aliñados por la mala leche de Ellen Barkin (en el 1x4, por ejemplo, se habla de las elecciones USA, y como buena republicana ataca a los gays liberales).