House ha jugado su partida de ajedrez también en la cárcel. A sólo cinco días de su libertad condicional decide jugarse la vida por un desconocido. Para que luego digan que los demás no le importan. Pues no. House sigue siendo el mismo. La cárcel no reforma a nadie, y menos a un tipo tan asocial como el doctor. Se juega el cuello porque no tiene nada que perder. Pudo haberse librado de la celda, pero ha preferido el castigo. Fuera no le espera nadie, así que, ¿por qué no ir contra el sistema, las reglas, una vez más? Eso es lo que hace, hasta conseguir que le encierren en una celda de confinamiento. Pero él llevaba razón y eso es lo que le hace feliz, lo que le hace realmente libre. En el primer episodio de la octava temporada Hugh Laurie, con un corte de pelo flequillero raruno y sin sus mágicas Nike, se ha cruzado con Jessica, la doctora de la cárcel que cree en él (Odette Anable imdb) y con un par de presos de esos que nos suenan: Michael Massee (en la foto, imdb), el secuestrador de Rizzoli en Rizzoli & Isles, y Jaleel White, el Urkel de Cosas de casa. Por no hablar de Michael Paré (imdb) miembro del jurado de la cárcel que debe decidir sobre el futuro de House.+Una preguntica: ¿dejan llevar bastón en la cárcel? WTF!
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