Fringe 3x7: el hombre de rojo

Tres imágenes con el mismo dibujo

Episodio raro donde los haya. Con un montón de pistas que tendrán algún sentido algún día, espero. Fringe se está pareciendo cada vez más a Perdidos. Piezas de un gigantesco puzzle adictivo, pero un poco agobiante. Porque, por ejemplo, en este episodio, el séptimo de la tercera temporada, vemos un muñeco rojo dibujado en un cuadro en la habitación del niño que va a ser secuestrado. Un boceto parecido aparece en la iglesia, cuando Olivia y Broyles hablan con el cura sospechoso. Ambos dibujos se parecen sospechosamente al dibujo del Peter transformer (si se encendiera, sería rojo, ¿no?). Todo está conectado, pero ¿cómo? Como si el hombre de rojo fuera una especie de divinidad... Que el niño lo dibuje, me recordó al humo negro esbozado por el niño Locke, anticipándose a los hechos.
En este episodio hemos conocido a Candyman, el hombre que suda azúcar y secuestra a niños para encontrar el suero anti-edad (la marca de la cabeza, ni puta). Un pedazo caso. Gracias a Candyman descubrimos un par de cosas interesantes del siempre austero Broyles: 1) que a su hijo lo secuestró Candyman y que empatiza por ello con Walternative. Y 2) que a pesar de ello, empatiza más con Olivia, a la que deja marchar cuando descubre que ella no es ella (me ha encantao que Olivia en un lapsus hablara de FBI cuando en el otro lado no existe. Puto niño que la descubre).

Más grande aún ha sido el final del epi. Olivia intenta ir al otro lado ayudada por el Bubbles de The Wire (que vuelve a aparecer, bien!), pero Walternative la pilla (peligro). Y a Peter le soplan que Olivia está atrapada, que intenta volver a este lado. Aunque no llegamos a ver su reacción. Pero, ¿no es mosqueante, Peter, hijo mío, que tu chica no haya visto Casablanca?
El libro del oso (Burlap Bear), ésta es la tercera vez que sale. Lo tiene el primer chaval y es el que le leía Olivia a su sobrina.
Si pinchas en la foto verás al Observador con sombrero justo debajo de la bandeja de la camarera. Hay un momento en esta escena que Olivia (que desayuna con Bubbles) mira hacia allí, le tiene que ver.