La cadena ABC estrenó el mismo día dos series: The Gates, de la que hablé por aquí, y Scoundrels (más aquí). La ABC está empeñada en parir series con familias "diferentes". Hasta aparece un eslogan sobreimpresionado en la pantalla. No sé si por encontrar otra gallina de los huevos de oro tras Perdidos o porque el rollo familia disfuncional funciona (Modern Family, Cinco hermanos, Mujeres desesperadas, The Middle..., aunque la gran apuesta será No ordinary Family) . Con The Gates me he quedado fría. El piloto me ha parecido aburrido, por previsible y poco original.
A partir de aquí spoilers.
- Tal vez haya sido porque no me gustan las series de vampiros. Es más, hay una sobresaturación de colmillos. A alguien se le encendió la bombilla: ¿y si metemos a los vampiros de True Blood en Wisteria Lane? Pero el resultado es artificial y sin chispa.
- Una familia se muda a The Gates. Se abren unas puertas gigantes, que protegen a los que viven dentro. El problema es que es desde dentro de donde viene el peligro. No sabemos si todos son vampiros y lobos o sólo unos cuántos.
- El prota es el nuevo jefe de policía, ella, ama de casa. Ella le abraza muy fuerte cuando ve que su maridito le ha conseguido una mansión con piscina. No me jodas. Hasta en Mujeres desesperadas hay más coña. Creía que este retrógado planteamiento estaba superado. Como no podía ser menos, tiene dos hijos: chico y chica.
- En el piloto el hijo ya enamora y se enamora de una tía con novio. El novio es un lobo. ¿Crepúsculo? OMG! La escena del detector de mentiras es de verguenza ajena.
- Las vecinas son como las brujas de Salem. La peor es una draculina (Rhona Mitra) que no puede evitar morder a los incautos (y salidos) vecinos. Su marido la protege, pero ya está cansado de la situación. La escena "sexual" de la cocina es ridícula. Tampoco se entiende que almacene botellas de sangre humana en la bodega, si el marido está en contra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario