2.11.08
SSSSS El viernes entraba en El Corte Inglés de Goya cuando una panda de chavales que estaban bajo el techo del centro para no mojarse de la lluvia empezaron a gritar como locos y a soltar risotadas nerviosas. Era ella. ¿Quién? Un chico suspiraba ("no me lo puedo creer") y una chica se abrazaba a su amiga gritando ("¡tía, qué fuerte!"). Ella era Ana de Armas, una de las protas de El internado, un fenómeno entre la muchachada como Física o Química. Y mientras ¿qué hacía la joven actriz? (tiene 20 años). Puso cara entre susto y sonrisa incrédula, miró a su acompañante, un chaval de su edad y salieron con un paso al trote por si las moscas. Ella, por la edad, era como los chic@s que querían su foto. Dos clases de chavales: los que curran y los que esperan bajo los soportales del Corte Inglés de Goya a que pase algo en sus vidas... SSSSS
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2 comentarios:
No me lo puedo creer, tía, qué fuerte: has destilado filosofía pura (de colegio de pago) estableciendo esa dualidad. Qué tino. Ni Ortega, vamos...
Filosfía, filosofía... será sociología en cualquier caso.
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