La empresa portuguesa Torke ha vuelto a sacar el ingenio a la calle. El estreno de la cuarta temporada de House ha servido para ver por las calles varias de las estatuas del país con la clásica mascarilla que tapaba la boca a Hugh Laurie en una de las imágenes oficiales (los de Colgate hicieron algo parecido muy cachondo). También varios carteles pegados por las paredes.
La idea ya fue usada a finales de 2006 con Prison Break, al colocar una imagen de Michael (Wentworth Miller) tras cubos de basura y mesas, y hacer desfilar a varios presos con sus uniformes naranjas. Y también con Mujeres desesperadas, con el ingenioso eslogan La ropa sucia se lava en casa y dicha ropa tendida por las calles de Lisboa.
Este tipo de publicidad, más conocida como márketing guerrilla, me parece de lo más original ¿un libro con una cuchara escondida entre sus páginas para escapar de la cárcel de Prison Break? ¡Sí!). Y pelín cabrona: por ejemplo con el anuncio de Ugly Betty en una valla, tapado por una bolsa de papel (¡por fea!?). En Madrid tuvimos el avión de Perdidos estrellado en Atocha.
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