12.8.18

Insatiable (Netflix), la fea de Ugly Betty se rebela


Hace 10 años cuando se estrenó Ugly Betty, sobre una chica feúcha que se abría paso en el mundo de la moda, siempre tan exclusivo, yo me enganché sin pensarlo (aquí mi opinión del piloto). La protagonista no era atractiva, pero era la más lista (aunque no era nada complicado viendo el percal); siempre rodeada de un buen puñado de excéntricos secundarios, entre los que destacaba Wilhelmina, la villana del cuento; en un ambiente fashion (una revista de moda, reflejo de la sociedad misma) que daba para la sátira sin contemplaciones y para unos gags cuya crueldad parecía no tener límites. Al final Betty dejaba de ser un patito feo y se convertía en cisne y le iban mejor las cosas. Creo que si se estrenase ahora le hubiera ocurrido lo mismo que a Insatiable.

Insatiable ha llegado con polémica porque las voces más jóvenes, esta generación que se ofende por prácticamente todo, rechazan que se venda la idea de que una chica gorda es más feliz porque adelgace y que todo le irá mejor cuando esté delgada y se vengue de los que la ningunearon. Han entendido la serie al revés. Vamos, que no la han entendido. La protagonista de Insatiable, Patty, es una chica ridículamente gorda (se ve que es cartón piedra) que adelgaza por accidente, pero, al contrario de los que se han lanzado a ponerla a parir (la mayoría sin ver la serie), que adelgace no es sinónimo de felicidad. Ella se sigue viendo imperfecta.



Insatiable está protagonizada por Debby Ryan, como una gorda "insaciable", que no sabe cómo adelgazar, y se atiborra de frustración. Un accidente logra que pierda esos kilos de más y se convierta en una chica saludable y guapa. Remarco lo de saludable porque cuando comía lo único que se metía para el cuerpo era basura. Y no queremos una gordura así, cincelada a golpe de fast food. El quid de la cuestión es que ella, a pesar de estar estupenda, se sigue viendo gorda. Bien, hasta aquí lo obvio, el eslogan para vender la serie. Pero lo que más me interesa no es ella (al menos a mí). Ni me cae bien el personaje ni me gusta la actriz. A mí lo que me llama la atención son los secundarios, y el ambiente en el que ha crecido esta niña. El problema no lo tienen los perros, como diría Cesar Millán. Lo que hay que mirar con lupa es a los dueños: en este caso, los padres.

Como ocurría en Ugly Betty, es el resto del reparto el que eleva la serie, con un sorprendente Dallas Roberts, como un hombre casado, que tiene la misma pluma que cuando era el hermano de Alicia Florrick. Lo que más te puede gustar o lo que puedes llegar a detestar es este tono de comedia extravagante. Este tipo, Bob, es acusado de pederastia (toma ya), cuando trabajaba de coach de jóvenes misses. Que todos crean que es un pederasta cuando no hay prueba alguna es la forma que tiene la serie de decirnos en qué sociedad infectada de puritanismo vivimos hoy día. Y no me vale que se diga que las mujeres, en la realidad, no mienten sobre un asunto tan serio. Eso ya lo sabemos, también que criticar ferozmente este punto es lo que da un mayor número de clicks en las críticas online.

Este bulo hunde a Bob en la miseria. Patty le podría sacar del anonimato pues cree en su belleza. Y la serie remarca, ojo, que las chicas guapas no tienen por qué ser tontas, que en todo caso lo son sus padres por lo que esperan de ellas. En una sociedad en la que prima el qué dirán, la crueldad acampa a sus anchas y es alimentada por esos adultos que luego se lo inculcan a sus hijos. Ahí está Alyssa Milano, como mujer del tipo éste, que no sabe cómo encajar y resulta ridícula, o el marido de su némesis, el actor Christopher Gorham, que ahora va de guapo y en Ugly Betty era uno más del montón. Depende cómo te mires y te miren los demás.

Insatiable comienza hablando de comer de forma compulsiva para asentarse en otro tipo de obsesión "insaciable": la venganza que siente Patty por haber sido humillada en el pasado (al estilo Heathers). De ahí el póster a lo Carrie, pues Patty cree que será feliz si vuelca su ira en aquellos que la amargaron la existencia. La serie viene firmada por Lauren Gussis (Dexter), así que está claro que Patty no se va a quedar en casa haciendo calceta. Pero Bob, que ha sido también un loser en el pasado, le hace entender que la venganza no le hará feliz.

Entiendo que haya gente que crea que Insatiable es una mamarrachada y que no compre la serie, pero que no sea porque una ficción no pueda representar la realidad de una forma ácida y distorsionada, y más si hablamos de comedia. Recuerdo cuando se alzaron las voces que pedían la cancelación de Dexter, porque, decían, se enaltecía al asesino. Es tan demencial como creer que Insatiable es un documental. Una ficción debería explorar la imperfección de nuestra sociedad también desde el humor, con sus estereotipos y sus miserias, aunque no nos guste vernos reflejados en ellas. Se ha hecho siempre y espero que se siga haciendo.

En resumen. Para nada es mi estilo de serie y seguramente Ugly Betty le dé mil vueltas. Lo mejor de Insatiable es que se ríe de algunos tópicos de una forma hilarante que no suele verse a menudo en las series USA. La seguiría viendo por Dallas Roberts. Lo peor de Insatiable es que se tome en serio, y se vea con morbo sólo con la intención de destacar sus defectos. Un motivo por el que no seguiría viéndola sería su protagonista: esta chica Disney creo que es lo peor del casting.

No hay comentarios: