Hace 10 años, el 11 de septiembre no estaba frente a un televisor o comentando cómo era posible que un par de aviones hubieran chocado contra las Torres Gemelas. El martes 11 de septiembre de 2001 era el cumpleaños de una de mis mejores amigas y el día anterior habíamos decidido irnos juntas a pasarlo al zoo de Madrid. Yo, que desde que era pequeña nunca había ido (y de hecho no he vuelto). No se me olvidará nunca. Mientras veíamos unas arañas tropicales a través de un cristal me sonó el móvil. Era mi madre, alarmada, nerviosa. Me dijo todo de carrerilla: "¿Dónde estás? ¿No has visto lo de Nueva York? Han atentado contra el Pentágono. Es la tercera guerra mundial". Recuerdo haber mirado alrededor. La gente no estaba corriendo, ni gritando, ni hablando de nada. Me quedé dudando. No entendía de lo que me estaba hablando. Colgué, tranquilizándola. Le dije a mi amiga: "Mi madre me acaba de llamar, me ha dicho que las Torres Gemelas ya no existen". Tanto mi amiga como yo habíamos estado en Nueva York, habíamos visto las Torres. Nos parecía algo irreal, "eso es imposible", nos dijimos. Y no le dimos mayor importancia. Hasta que empezamos a oír los móviles de las otras personas que estaban como nosotros pasando un día tranquilo en el zoo. No fui consciente de la envergadura de la catástrofe hasta que salimos de allí, de nuestra burbuja, hasta que aparcamos el coche en Moncloa y vimos que todos los bares tenían la tele encendida en el mismo canal, el de los telediarios. Había quedado con un amigo, que me contó cómo había ocurrido todo. Salimos a tomar algo y no hablamos más del tema. Cuando llegué a casa por la noche, mis padres seguían frente al televisor. Llevaban horas y horas viendo las mismas imágenes de la gente saltando de los edificios, del humo, del horror. Habían conectado, creo recordar, con canales que no eran de EE UU, que sí contaban la verdad de lo que estaba ocurriendo, que sí emitían las escenas más dolorosas, como las de la gente tirándose al vacío. No sé si porque no lo viví en directo o porque no estuve hablando del tema en todo el día, no me sentía tan sensibilizada como ellos. De hecho, fue ayer cuando, por primera vez, estuve viendo vídeos de aquel día (como el report de los bomberos), reportajes sobre teorías conspiratorias que apuntan a que fue un autoatentado para entrar en guerra, leyendo sobre las mentiras que contó el Gobierno de Bush, y sobre todo lo que no contó... Hasta cierta conexión enigmática con la numerología. Durantes estos 10 años he visto las películas de ficción hechas por Hollywood y he ido comprendiendo la magnitud de todo aquello, cómo ha desembocado en esta crisis económica. Normal recordar también el atentado del 11M: curiosamente yo vivía en Atocha y sentimos retumbar toda la casa. También sonaron los móviles y como en un reality nuestra calle salía en la tele. Eso sí lo viví de cerca, horrorizada. Después del 2011 he vuelto a Nueva York unas tres veces. No fue hasta 2007 que me acerqué a la Zona Cero. Había gente que lloraba frente a las fotografías. Yo sólo podía pensar cómo donde antes había dos edificios enormes ahora ya no había nada. No sé si era una forma de no profundizar en el tema, una barrera emocional. Dentro de unas semanas volveré a Nueva York, ya he reservado la visita al nuevo monumento que inaugurarán hoy (el 9/11 Memorial). Sé que será diferente. Porque lo que ha conseguido este aniversario es que haya hecho lo que no hice aquel día: intentar entender lo que ocurrió.
En Twitter: #dondeestaba11s
+Listado completo de todas las películas en las que aparecen las Torres Gemelas. Link.
+Un video que recoge algunas de estas escenas. Link.
+Posters de películas donde aparecen las Torres. Link.
+Resumen del New York Times. Link.
+La única toma del primer avión chocando con la Torre, en un report sobre los bomberos, presentado por Robert De Niro. Link.
+Reportaje italiano con todas las preguntas sin responder. Link.
+El enigmático número 11. Link.
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