Además de
los guerreros de terracota y la
Gran Mezquita, merece la pena visitar las
Fuentes Termales de Huaqing, que era un lugar de retiro de los emperadores. Y se nota por el nivel maribel de los
templos (como los de abajo), lagos y piscinas. Las aguas, dicen, tienen propiedades curativas y no son pocos los chinos que se acercan a darse baños. Por supuesto, dejar monedas y hasta billetes es de lo más normal... Son ludópatas y
supersticiosos.
Esta fuente está en el centro del recinto. Es tradición hacerse una foto en la estatua. Aquí los chinos son respetuosos y hacen cola.
Para darte los baños, tenías dos opciones. O al aire libre, como arriba, o dentro de alguno de los templos en los que salía el agua de la boca de unos dragones, como abajo.
El agua estaba a unos 43 grados. La primera impresión al meter los pies, en este caso, no es la que cuenta, porque si fuera así saldrías corriendo. Ardía, tela.
Otra opción, son los baños para las manos y brazos. Por supuesto, cobraban, y veías a muchos ancianos.
Dadas las dimensiones, además de pagar la entrada y los baños, por un módico precio (todo en China es muy barato) puedes recorrer el recinto en unos pequeños autobuses con diferentes paradas. Una de ellas era aquí, en un templo con varias imágenes de
Buda.
Vista impresionante del parque, a los pies del monte Lishan. Desde aquí, si tienes más tiempo, puedes subir a la colina en
teleférico. Nosotros nos hicimos en una mañana las tres visitas más importantes de Xian en una furgo que alquilamos en el propio hotel con chófer. No resulta nada caro y es lo más práctico ya que se encuentra fuera de las murallas de la ciudad.
Además de los guerreros de terracota y la Gran Mezquita, merece la pena visitar las Fuentes Termales de Huaqing, que era un lugar de retiro de los emperadores. Y se nota por el nivel maribel de los templos (como los de abajo), lagos y piscinas. Las aguas, dicen, tienen propiedades curativas y no son pocos los chinos que se acercan a darse baños. Por supuesto, dejar monedas y hasta billetes es de lo más normal... Son ludópatas y supersticiosos.
Esta fuente está en el centro del recinto. Es tradición hacerse una foto en la estatua. Aquí los chinos son respetuosos y hacen cola.
Para darte los baños, tenías dos opciones. O al aire libre, como arriba, o dentro de alguno de los templos en los que salía el agua de la boca de unos dragones, como abajo. El agua estaba a unos 43 grados. La primera impresión al meter los pies, en este caso, no es la que cuenta, porque si fuera así saldrías corriendo. Ardía, tela.
Otra opción, son los baños para las manos y brazos. Por supuesto, cobraban, y veías a muchos ancianos.
Dadas las dimensiones, además de pagar la entrada y los baños, por un módico precio (todo en China es muy barato) puedes recorrer el recinto en unos pequeños autobuses con diferentes paradas. Una de ellas era aquí, en un templo con varias imágenes de Buda.
Vista impresionante del parque, a los pies del monte Lishan. Desde aquí, si tienes más tiempo, puedes subir a la colina en teleférico. Nosotros nos hicimos en una mañana las tres visitas más importantes de Xian en una furgo que alquilamos en el propio hotel con chófer. No resulta nada caro y es lo más práctico ya que se encuentra fuera de las murallas de la ciudad.
2 comentarios:
Me encanta cada vez más China con las fotos que vas poniendo es realmente impresionante el templo este, y lo del palacio del mercurio. Lo cuentas tan bien que dan ganas de marcharse hoy mismo. ¿Es un viajae que recomendarías? Porque aunque digas eso de que a veces son pesados los chinos, también me lo dijeron a mi de los tunecinos y sin embargo el viaje fue genial.
Yo recomiendo viajar, ally. Y claro que China es un buen destino... Para opinar sobre un viaje hay que vivirlo!!! aunque yo no volvería y por ejemplo cuando me fui de Japón tenía ganas de volver (y aún las tengo)
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