Un dia cualquiera en NY

Llevo varios días en Nueva York.
Desde mi hotel (The Pod Hotel llamado así porque en la habitación puedo conectar mi i-Pod y se escucha un leve hilo musical por los pasillos) me puedo conectar a internet porque hay posibilidad de conexión y gratuita. El ordenador plateado lo compró Jose en el Apple de la quinta avenida (una mole que abre las 24 horas del día y en la que ha habido estos dias varias sesiones de djs hacia las 12 de la noche gratuitas, todo cool).

Como no tenía ñ, pidió teclado europeo y al día siguiente lo tenía, sin recargo alguno. El precio final ha sido mucho más económico gracias a Toño, un colega de mi hermano que vive desde hace cuatro años en NY y estudia en la Universidad de Colombia dirección de cine. Si eres estudiante te rebajan el precio bastante.

Luego nos fuimos a cenar para celebrarlo por la zona del West Village, en la calle Thompson, donde hay tanta marcha como en Malasaña (también en la segunda avenida a la altura de las calles cincuentaytantas, donde está nuestro hotel, algo sorprendente). NY es verdad que no duerme.

Ahora hemos vuelto de cenar en el Tribeca Grill, el restaurante de Robert De Niro y hemos dado un vuelta por el festival de los italianos en Mulberry (lo celebran cada año desde hace 80, San Genaro). Hoy también termina el ayuno judio, así que mañana nos iremos por su barrio (el Lower East Side).

Ya contaré más cosas más adelante. Hasta ahora todo genial: el partido de hockey en el Madison y el musical Hairspray, de lo mejor. En la tele hoy he visto el primer episodio de Gossip Girl, del creador de The OC y no me ha gustado nada. Me ha molado que está ambientada en NY pero poco más. Son todos muy ñoños y muy pijos y cuentan lo de siempre (lo de The OC).

Os dejo viendo el reality de Gene Simmons, de los Kiss, un lujo de programa y no como el de Ozzy Osbourne...