15.6.24

The Strangers: capítulo 1: un regreso bastante decepcionante con Madelaine Petsch

Opinión sobre Strangers: capítulo 1, una nueva entrega de la saga Los extraños, que para mi sorpresa, tendrá otras dos partes más dirigidas también por Renny Harlin. En cines en España el 12 de julio.


Versión 2024.

Si veo una peli mala intento no darle bola. ¿Para qué? Aunque a veces no me puedo resistir si es tan mala que me cabrea. Pero me da la sensación de que últimamente el "todo vale" también lo estamos viendo en el cine, sobre todo en el cine dirigido a la gente joven. A esa generación que tal vez no ha consumido tanto cine de género y se la pueden colar fácilmente. Que además esta nueva entrega esté dividida en tres partes me escama. Pareciera que en realidad estuviera pensada para Netflix, para consumo rápido, pero como pueden hacer taquilla en cine, lo intentan. Qué bien pasarlo mal en compañía mientras comes palomitas. Hasta una mala peli de terror te puede parecer buena si al menos te ríes. No es el caso.

Versión 2008.

El finlandés Renny Harlin famoso por ser el ex de Geena Davis y por dirigir La isla de las cabezas cortadas, también es popular por encargarse de secuelas. Ya lo hizo con La jungla de cristal 2 o con la cuarta de Pesadilla en Elm Street. Aquí recupera Los extraños, aquella peli de 2008 con Liv Tyler y Scott Speedman, pareja un poco de Hacendado, que pretendía acojonar al personal contando un caso real de macabro asesinato sin un móvil pues tres extraños con caretas asaltaban su casa y los atacaban por pura diversión. Un slasher de manual en el que sabes que las cosas no van a salir bien para nuestros protagonistas, con lo cual es tanto una tortura para ellos como para el espectador. Si no hay salida posible solo espero que me vayas contando cómo intentan escapar las víctimas o mostrarme por qué los villanos (¿son listos? ¿tienen suerte? ¿están locos?) se salen con la suya. 

En aquella ocasión la peli supuso el debut de Bryan Bertino, así que parte de la crítica suavizaba el golpe, pero con Renny Harlin no puede haber medias tintas. Máxime cuando en 2018 Johanne Roberts también se atrevió a rodar: Los extraños: cacería nocturna. Ni Christina Hendricks consiguió que fuera mejor que su precursora.

Versión 2018.

Si seis años después retomas la idea (que nadie ha pedido) y encima la dilatas en tres entregas tienes que estar muy seguro de lo que estás haciendo. Efectivamente, Harlin no lo está en absoluto. Strangers: capítulo 1 nos presenta una primera parte aburridísima en la que la pareja protagonista, muy acaramelada y feliz pues son guapos y jóvenes y están de vacaciones, toman la peor decisión de sus vidas: dejar la carretera principal para comer algo en un pueblecito apartado llamado Venus. El filme no arranca con ellos sino con un tipo trajeado que huye por el bosque para ser finalmente acorralado y asesinado por tres psicópatas a los que no vemos las caras. Los dos chavales parecen sacados de El show de Truman, como si no hubieran salido de su zona de confort nunca, ingenuos rozando la estupidez, tan buena gente que te dan ganas de darles dos guantás. En realidad piensas: lógico que os vayan a matar.

No sé si la película quiere representar así a la generación Z, sinceramente si yo fuera joven y viese esta película pensaría que me están tomando el pelo. Una cosa es que creas en la bondad del prójimo y no tengas que desconfiar del que es diferente a ti y otra muy diferente es hacer oídos sordos a lo que pasa a tu alrededor, a las alertas de peligro, a tu propio instinto de supervivencia animal. Como ocurría en Los extraños, suena la puerta y alguien con máscara pregunta: ¿está Tamara? Obviamente la chica no es Tamara. Pero ya solo esa situación es como para ponerte alerta. Los chavales sin embargo abren la puerta sin miedo, responden que no y siguen a lo suyo. No cogen un cuchillo por si acaso, no se ponen de acuerdo por si les pasase algo. Les parece de lo más normal que alguien aparezca en medio de la noche, en medio del bosque, oculto tras una careta.

El chico (un actor desconocido que sinceramente nos da igual) se había mosqueado con la gente del pueblo porque tras salir de comer, el coche no arranca. Él los acusa, pero la chica (que nos recalcan varias veces que es vegetariana, interpretada por Madelaine Petsch) le dice que no pasa nada. Se quedan en una casa en medio de la nada sin haber conocido al dueño porque alguien del pueblo se lo recomienda. Lo lógico es que estés un poco asustado, pero estos dos se enrollan y pasan de todo. Y todo rodado tela de lento que te da tiempo a hacer memoria de la lista de la compra. A partir de entonces, hay varias situaciones que alertarían a cualquiera: ruidos en la casa, fuera de ella, que el móvil no esté donde lo has dejado… Pero da igual. Ella se pone a tocar el piano, se ducha tranquilamente. Él se va al pueblo de nuevo a comprar comida (¿no te irías con él?, yo sola no me quedaría ni loca). Hay gente de su edad que le animan a quedarse, bebiendo cerveza, lo normal. Pero él prefiere volver a esa casa oscura, al peligro. 

En la segunda parte de la película lógicamente todo se precipita pues ya no se puede ralentizar más el ataque anunciado. Los psicópatas aparecen pero ellos tampoco oponen mucha resistencia. Entiendo que no son héroes, que intenta reflejar la realidad, que no es Scream, pero lo cierto es que son personajes de cartón piedra que no hacen absolutamente nada o casi nada por sobrevivir. Luego hay un repunte de valentía que parece no servir para nada y ya casi que llega el final. Y es cuando te preguntas, pero, espera, que hay segunda y tercera parte, y ahora ¿qué? Efectivamente la peli se queda abierta para que tenga sentido la continuación. Y me da la sensación de que tal vez lo que nos puedan contar ahora se aleje de la saga inicial, que esto es solo el aperitivo (un canapé rancio que no nos gusta nada) para lo que puede venir a continuación. Esa es mi esperanza, que los capítulos 2 y 3 cuenten con una Madelaine Petsch (con sus morros de Riverdale pero mucho más recatada) con una mayor presencia, aunque espero que no sea un copy paste de otra trilogía, las estupendas X, Pearl y Maxxine, de Ti West, con Mia Goth, en la que la modosita se vuelve peor que nadie.

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