Opinión de The Silence - El silencio (BBC) sin spoilers.
Con AcornTv en Amazon rescato la miniserie de cuatro episodios The Silence, estrenada en 2010. Amelia (Genevieve Barr, The Accident) es una adolescente sorda incómoda porque le acaban de colocar un implante coclear. La odisea comienza cuando es la testigo de un asesinato en que involucra a algunos miembros de la policía. La niña se meterá en un buen lío desde entonces pues servirá de ayuda en la investigación que lleva a cabo su tío policía. Obviamente todo es endogámico y todos se conocen y todo ocurre en un círculo muy pequeño de personajes, pero recuerda a una trama de las de 'Line of Duty' aunque aquí sean un tío y su sobrina sorda los que cojan la sartén por el mango.
Original tiene que también involucran a los hijos y mujer del poli que tienen también su miga, y a los padres de la niña, que están un poco a por uvas. Hay mucho suspense, acción y ganas de ver cómo pillan a los sospechosos. El espectador también va por delante de la policía, y nos convertimos en Amelia, intentando comprender sus motivaciones. Al fin y al cabo es una adolescente que también bebe, fuma y sale con chicos, y esto le viene grande. Me gusta mucho la perspectiva que presenta, con una chavala normal a la que le ocurre algo anormal. Con unos padres que la han protegido y que ahora se quedan a un lado pues Amelia es acogida en casa de su tío donde hay una mayor libertad de movimiento. Amelia aprende a valerse por sí misma por esta insólita situación en la que su discapacidad llega a convertirse como si dijéramos en su superpoder.
En cuanto a los secundarios, Gina McKee y Hugh Bonneville, que hacen de los padres de Amelia, ambos desde mi recuerdo de Notting Hill y de Scenes of a Sexual Nature; ella salió en Line of Duty, of course, y él, obviamente, en Downton Abbey. Douglas Henshall y Dervla Kirwan son los tíos, más molones, pero también con un buen guirigay montado en casa. La miniserie se puede ver de una sentada. Presenta a unos personajes bastante carismáticos (algunos estereotipados como el camello o el poli malo de ojos penetrantes) y aunque hay escenas que sobran porque son relleno (creo que se sobrentiende el mundo burbuja que puede sufrir una persona sorda sin necesidad de mostrarlo cada dos por tres), The Silence logra lo que pretende: mantenerte con la tensión por saber si esta vez el bien ganará frente al mal.
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