A estas alturas del juego, lo que se presupone a una serie juvenil de terror es originalidad, que enganche, que tenga chicha, que sus personajes transmitan algo, que la trama tenga algún sentido, que esté bien rodada, que contenga sustos o misterios… Tal vez pida demasiado, pero si de algo puede presumir el género es de reinventarse. Cryptid parece que sí, pero no termina de arrancar. Es una serie sueca de 10 episodios que transcurre en un instituto y en un lago (vistos los tres primeros). La serie comienza fuerte con un chaval dándole gusto a una chavala, que resulta no ser su pareja. Lo que le ocurre luego pienso por un momento que es un castigo por ser un pendón (él), pero no parece tener esa explicación. La historia continúa en todo lo alto cuando dicho chaval -digamos, el moreno– empieza a sufrir picores, pero no propios de la edad, sino "extraños" pescozones en el cuello, aunque él lo niega. De pronto, sin venir a cuento se enfada muy fuerte con otro chico (el rubio) y ¡pum! algo terrible pasa y alucinamos en colores. A partir de este momento, la serie no va a más sino a menos, lo cual es una pena porque la situación gore prometía. Todo transcurre lentamente, no hay apenas diálogos, y cuando los hay no aportan mucho. En una serie con asesinato, la comunidad se ve afectada; aquí el crimen pone en guardia a los chavales del instituto. El instituto como un pueblo en el que los chavales murmuran, desconfían, una situación que podía haber dado mucho juego. Sin embargo, se cuela una pareja de hermanos que llegan nuevos, los celos de una, los recuerdos de otra, que tocan en un grupo de rock, y mil subtramas más sin ir al grano que es lo interesante. Porque mientras tanto en el lago parece haber algo extraño en el agua. Necesito más de esta parte y menos de rollos adolescentes que no vienen al caso. Lo peor de todo es que puedes intuir de qué va, pero quieres creer que no puede ser todo tan obvio. Los episodios se ven rápido, no duran más de 25 minutos, ojalá haber entrado en la historia pero me dan igual todos los personajes, algunos estereotipados, como los malotes del instituto, la madre policía, el padre director del instituto, la macarra celosa o la nueva guapita que se quiere chuscar al prota. Cuando empiezan los flashbacks con tonalidades rojas como de agobio impostado y las alucinaciones de lo que parecen ser hombres disfrazados me digo: esta no es para mí. Ya me contaréis, se estrena en DARK el viernes 23 de abril.
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