3.1.20

Spinning Out, salseos varios sobre la pista de patinaje

(opinión sin spoilers de Spinning Out)


Kaya Scodelario deja atrás a los caimanes de Infierno bajo el agua y se enfrenta a algo mucho peor: una madre tarada, que le ha destrozado la vida –January Jones en otro registro de tipa fría y egoísta–, a su propia bipolaridad y a su falta de seguridad en todo: no sabe si quiere patinar, si quiere a su chico o si confía en su mejor amiga.

Spinning Out es una serie de Netflix que parece una tvmovie alargada, que bebe de Cisne negro (por aquello de la bipolaridad, aunque visualmente no se acerca nada a la excelencia de esta) y de Yo, Tonya, al contar con una protagonista, Kat, cuya madre la obliga a patinar sobre hielo como si le fuera la vida en ello (es una frustrada que vuelca sus miserias en sus hijas). January Jones no lleva el loro al hombro de Allison Janey, pero hay otra señora, que tiene buen ojo para los patinadores, con acento fuerte que sí luce un abrigo de visón muy similar.

La serie, que ha sido creada por Samantha Stratton (productora de Mr Mercedes), utiliza el mundo del patinaje para hablar de las enfermedades mentales, la ambición, la venganza y los celos, pero también de un montón de temas más propios de un culebrón como la infidelidad, la mentira, la hipocresía y la falta de escrúpulos en general. Aunque aquí no hay ni buenos tan buenos ni malos tan malos y te llevas alguna que otra sorpresa con ciertos comportamientos. Si te la pones para planchar pues bien, pero no busques en esta serie más que cotilleo y salseo en general (la alumna que se enrolla con el profesor, la madre que se enrolla con el ex pero miente a su pareja, el niño rico pero sensible con dos hermanos gemelos idiotas, la joven que tiene un hijo secreto, etc., etc.).


Guiño Cócteles fuera de serie y la cerveza roja.


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