27.3.19

Lo que hacemos en las sombras, opinión y diferencias entre la película y la serie

HBO estrena en España la serie de la divertidísima Lo que hacemos en las sombras (2014). La adaptación surge de la película creada por Jemaine Clement y Taika Waititi, pero le añade algunos cambios, que enriquecen las tramas y a los personajes. Se estrena en FX el 27 de marzo y en HBO, el 28 de marzo.

La serie. Con Nandor, Guillermo y Laszlo.
EL EQUIPO
La serie, escrita por Tom Scharpling, está dirigida por Jemaine Clement, uno de los creadores de la película junto a Taika Waititi (director de Thor), que, en su momento, eran conocidos por la delirante Flight of the Conchords. Ahora Clement aparece en un montón de pelis y de series, como Legión.

PROTAGONISTAS
En la película los vampiros son Viago (Taika Waititi), el dandy; Vldislav (Jemaine Clement), el pervertido, y Deacon (Jonny Brugh), el macarra.

En la serie son también tres vampiros, pero esta vez han añadido a una mujer. Nandor, un conquistador de imperio otomano (Kayvan Novak); Laszlo (Matt Berry) y Nadja (Natasia Demetriou) un par de románticos góticos que son pareja. Al añadir a una mujer, desarrollan una relación paralela (e idealizada) de Nadja con alguien que cree que conoció en otra vida, una reencarnación de un gran amor, muy a lo Crónicas vampíricas (supercameo con barba de Jake McDorman).

La serie añade una mujer vampiro a los protagonistas.

SECUNDARIOS
En la película, Nick era un vampiro novato que fardaba de sus poderes, lo que podía ponerles en peligro, y una especie de Nosferatu los visitaba en el piso que compartían.

En la serie, Nandor cuenta con la ayuda de Guillermo (Harvey Guillén, El cuerpo - Into the Dark), un sirviente que aspira a convertirse en vampiro, pero lleva una década con su amo y no ve su deseo cumplido. Por ejemplo, mientras en la película, Viago se levantaba del ataúd con un despertador, en la serie es Guillermo quien despierta a Nandor. Guillermo, que es latino, sueña con ser como Antonio Banderas en Entrevista con el vampiro.

Se añade Colin (Mark Proksch, Room 104), un tipo aparentemente gris que, sin embargo, es un vampiro que absorbe la energía de los humanos y al que se le encienden los ojos rojos. El resto del grupo intenta evitarle, pero siempre anda por el medio. Algunas de sus apariciones son tronchantes.

Al igual que en la película, en la serie también hay hombres lobo, aunque son mucho más cañeros (una meada de uno de ellos provoca un enfrentamiento, se transforman en hombre lobo XXL).

Los protagonistas de la película de 2014.

DE QUÉ VA
Tanto la película como la serie parodian el día a día de tres vampiros que comparten piso y que aceptan ser grabados para un documental. En la película, la acción transcurría en Nueva Zelanda, ahora lo hace en Staten Island, en EE UU.

Lo que podría ser peligroso o sangriento se convierte delante de la cámara en algo de lo más normal, dando situaciones rocambolescas y muy divertidas. ¿Qué hace un vampiro del siglo XXI desde que se levanta hasta que se acuesta? En efecto, hace lo que una persona normal, ir al supermercado, a pasear al parque… cosas banales, pero desarrollando ciertos poderes y, claro, con la necesidad de chupar cualquier cuello apetitoso que se merezca la muerte (en esto son selectivos y les ayuda Guillermo).

EFECTOS ESPECIALES
En la serie también se intercalan imágenes sacadas de libros y del folclore, para mostrar cómo se ha descrito a los vampiros a lo largo de la historia. Funciona muy bien comprobar cómo estos seres, aparentemente crueles y perversos, en realidad han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. También se usan efectos especiales en la transformación de la cara "humana" a colmillera, que son los momentos puntuales de auténtico terror. O cuando desaparecen volando convertidos en murciélagos.

El Nosferatu que aparecía en la película, lo hace desde el primer episodio de la serie. El Barón, que físicamente se parece al Master de The Strain, llega como aquél metido en un ataúd en un barco con la idea de quedarse con ellos en el piso. Lo interpreta Doug Jones.


OPINIÓN
Recuerdo haber visto en el Festival de Sitges la película Lo que hacemos en las sombras (2014) y gustarme mucho, no sólo porque era original y muy divertida, si no por el ambiente de la sala, de puro cachondeo. La serie ya no cuenta con los Flight of the Conchords, claro, uno de sus ganchos, pero los actores escogidos se parecen un montón, algo que los hace olvidar pronto. Que haya una mujer vampiro también es un acierto, y, sobre todo, el hispano Guillermo, que es como el espectador, temeroso y atento a lo que pasa a su alrededor, pero, al mismo tiempo, con la necesidad de convertirse en vampiro. No le importa ser un lameculos y protagoniza divertidos gags mirando a cámara. Las insinuaciones sexuales también funcionan muy bien. La aparición del Barón promete, pues estos vampiros deberían haber conquistado el mundo, cosa que no han hecho y que seguramente deberán hacer (o, al menos, intentar). Vistos los primeros episodios, la serie promete tanta comedia delirante y pinceladas terroríficas como la película, pero habrá que ver cómo se desarrolla. Las series de FX no me suelen defraudar, crucemos los dedos (aunque a los vampiros no les haga ninguna gracia).

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