14.2.19

Dirty John: Connie Britton, su estafador y los bolsos Chanel

Netflix ha subido hoy la miniserie Dirty John, que estrenó la cadena Bravo el pasado noviembre (de su segunda temporada se hará cargo USA Network). Se basa en la historia real de una diseñadora con pasta a la que estafó un guaperas, enamorándola y aprovechándose de su necesidad de ser amada. No hay que decir que Connie Britton y Eric Bana están más buenorros que la pareja original, y que se dan el lote bastante en el primer episodio. Creada por Alexandra Cunningham (Mujeres desesperadas).


Chanel negro

Como Debra Newell trabaja en el mundo del diseño (es interiorista), Connie Britton puede lucir un modelito diferente cada vez que sale. La miniserie comienza por el final, con una Debra desencajada, que viste de negro y acude a un hospital sin saber muy bien qué ocurre. El accesorio, un bolso de Chanel que va a juego con su preocupación.

Chanel blanco



Sin saber qué paso, la trama salta atrás en el tiempo, con una Debra Newell exitosa en los profesional, pero con varios divorcios a sus espaldas. Tiene dos hijas, más precavidas que ella, que casi siempre (sobre todo la que vive con ella), le advierten de los peligros de internet para encontrar el amor. Debra era más moderna que sus hijas. La pintan un poco desesperada por compartir su vida con un tío, así que se come varias citas bastante deprimentes. Hasta que aparece John Meehan, desaliñado, pero con el físico de Eric Bana. ¡Boom! A ella se le hace el culo pepsicola y la vemos radiantes, vestida con tonos claros, veraniegos, y con el mismo bolso de Chanel del comienzo, pero en blanco. La moda como si fuera un personaje más.

El villano
El villano real (vestido con su sempiterno uniforme de médico) y Debra.
Lo que viene a continuación es una enorme farsa orquestada por el tipejo éste, un anestesista que dice ser cirujano y formar parte de Médico sin fronteras, que recuerda al de la serie You (que también Netflix dio cancha tras su discreto paso por Lifetime), pues comparten sociópata y la obsesión por alcanzar un objetivo como sea (con mujer de por medio incluida). En el caso de John Meehan, que, además, era un ex convicto, su meta era casarse con Debra y básicamente quedarse con su dinero.

La lista (disfrazada de unicornio, osea)

Lo mejor de la miniserie es verlos a ellos dos amándose y odiándose (Connie Britton estuvo nominada en los últimos Globos de Oro por este papel), pero, sobre todo, ver cómo las dos hijas (Julia Garner, vista en Ozark, y Juno Temple), una de ellas una pijaza pero con sexto sentido, odian a John nada más verle (y las sesiones de terapia a las que van con la madre). Un instinto de protección que la madre no tiene. No se salió con la suya, pero fue todo un cabrón con pintas pues engañó a otras mujeres antes que a Debra. La investigación que orquesta la hija con un sobrino empieza a dar sus frutos desde el segundo episodio. La pijaza es capaz de vender uno de sus bolsos Chanel (que habrá puesto pasta en la serie) para pagar a una investigadora.

Debra y su hija en la vida real.
La historia la cuenta la propia Debra y su hija en este reportaje. Meehan llegó a apuñalar a la hija, que siempre había desconfiado de él


Netflix sube a la plataforma el docureality sobre Dirty John, donde no se cuenta nada de la madre y de la hermana, asesinada por su marido, pero sí rescatan el timo a una famosa escritora brasileña que no aparece en la serie.


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