22.7.18

Dietland 1x7: entre El club de la lucha y El cuento de la criada

En el episodio 1x7 (Monster High) de Dietland, Plum luce una camiseta del libro de Chuck Palahnuik, El club de la lucha. Un referente inspiracional de la creadora, Marti Noxon, que sale, por fin, a la luz en la serie de forma explícita. Gran episodio que entronca con el violento y vengativo mensaje de la segunda temporada de El cuento de la criada.

Plum lleva una camiseta de Fight Club y se ríe de todo como lo hacen los personajes de Chuck Palahnuik

  • Opinión del piloto de Dietland.
En una entrevista, la creadora de Dietland, Marti Noxon, reconocía que la serie era una "El club de la lucha para mujeres". En el episodio 1x7, el guiño es obvio. Plum luce una camiseta de la novela de Chuck Palahnuik, con el nombre incluido del escritor en la tela. Plum camina por la calle decidida, cuando se choca sin querer con un hombre que mira más al móvil que a la vida, y la insulta llamándola "gorda". Plum, que en otra ocasión habría agachado la cabeza y habría aguantado hasta un puñetazo, se vuelve y se encara al hombre, pero sin decirle nada, sólo riendo como una posesa, tal y como hace la cara del protagonista de El club de la lucha en la camiseta. Avisados quedamos: le queda poco a Plum para convertirse en una vengativa loca, un álter ego de Tyler Durden.

Tanto en Dietland como en El cuento de la criada, una mujer se suicida asesinando a un grupo de machistas

Dietland habla de la época actual que nos está tocando vivir, con mujeres hartas del patriarcado y del machismo. En una secuencia en el mismo episodio, una joven entra en el vestuario de un equipo universitario de fútbol americano y tontea. Uno de los chavales anima al resto a irse de allí, no porque no quiera ver a la chavala desnudarse (que es lo que parece que vaya a hacer) si no porque teme que los graben y tenga graves repercusiones. A pesar del aviso (el chaval se va), sus amigos continúan jaleando a la chica para que se desnude. Hasta que llega el entrenador, enfadado y, sobre todo, extrañado, que pregunta qué pasa ahí. Lo que pasa es que la chica se abre la cremallera de su chaqueta y descubre unos explosivos atados a su cuerpo, y los hace explotar. Ella muere, también los tíos que seguían su instinto de macho dominante. Tíos con novias y mujeres que ven de lo más normal que una mujer se desnude frente a ellos. Que lo aplauden y vitorean. El episodio muestra cómo Jennifer, el grupo de feministas asesinas, se está infiltrando entre las jóvenes, que son capaces de dar su vida por el triunfo de la mujer oprimida sobre el hombre dominante.

Esta secuencia me recordó a otra que vimos al final de un episodio de la segunda temporada de El cuento de la criada en el que una de las criadas que espera fuera de una sala de congresos en la que los hombres (sólo hombres) debaten sobre el futuro de las mujeres útero, entra en la sala y hace explotar los explosivos que lleva adosados en el cuerpo. En la distópica The Handmaid's Tale también se nos muestra a mujeres capaces de hacer lo que sea con tal de conseguir la libertad, la igualdad y el respeto de los hombres.

En ambas series, Dietland y El cuento de la criada, la sociedad exige a la mujer que sea mujer en el sentido machista del concepto. Mientras en El cuento de la criada, la mujer perfecta es aquella que es fértil, en Dietland lo es la delgada guapa. En ambas ficciones, tanto la mujer fértil como la delgada guapa, tienen al final las de perder. La primera, porque será violada por un señor con el consentimiento de su mujer con tal de tener los hijos que no pueden engendrar. En Dietland, las películas porno muestran a esas mujeres perfectas, que son folladas con violencia como parte de la fantasía masculina. Ser guapa en nuestra sociedad equivale a ser una presa mejor para los depredadores sexuales. Qué paradoja más cruel.

La mentora de Plum le aconseja no usar la violencia. La venganza conduce a la anarquía. La violencia no es la respuesta. Vale. Pero Plum está harta. Es muy poderosa la imagen grafiteada de Plum en la pared, con sus enormes pechos y sus anchas caderas.

No hay comentarios: