Las mangas hinchadas (o mangas jamón), los adornos ostentosos y las hombreras maxi fueron algunas de las claves de sus siluetas para la serie Dinastía (1981-1989). Siriano se ha tirado en plancha al rosa chicle, estilo Barbie, algo que también le encantaba al diseñador de vestuario de Dinastía, muy fan del glamour.
Vestidos de princesa de cuento, de dimensiones XXL, con brillos, lentejuelas, cristales y tejidos de lúrez, con abundancia de joyas. Para los que recordáis Dinastía lo más eran esos escotes corazón en vestidos, corpiños y tops y toda esa coordinación entre el vestido, el sombrero, los accesorios. Nolan Miller amaba lo excesivo, su máxima de "más es más" se mostró en las mujeres de la serie, donde apostó por volantes, drapeados y aplicaciones de todo tipo. Joan Collins desfilaba en Dinastía muy en la sintonía de los años 80.
El diseñador contó con un descomunal presupuesto de 35.000 dólares a la semana, con la única idea de no repetir vestido, así que llegó a diseñar hasta 3.000 trajes diferentes. Nolan Miller se inspiraba en actrices como Barbara Stanwyck, Bette Davis y Joan Crawford, actrices de una época en la que primaba el comprarse vestidos a tutiplén para estar impecables siempre.
Joan Collins fue la embajadora de este estilo con hombreras. A la actriz la veremos en la próxima temporada de American Horror Story 8: ojalá Ryan Murphy vuelva a sorprendernos con un guiño a esta época ochentera en la que triunfaba Dinastía y las villanas lucían estupendas.
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